Baja de retenciones: cuál es el costo fiscal y por qué Javier Milei tiene un “colchón” para resignar ingresos
El costo fiscal de la rebaja de retenciones es del 0,1% al 0,2% del PBI. La meta de superávit primario con el FMI es 1,3% del PBI, aunque el presidente había anunciado 1,6%.
Por ejemplo, según datos de la Asociación Argentina del Presupuesto y las Finanzas Públicas (ASAP), las transferencias a las provincias vienen subiendo este año hasta el primer semestre el 95% real, mientras que a las universidades el 3,1% real respeto del 2024. En el caso de las prestaciones a la seguridad social caen 34% real. Los dos primeros sectores tienen cierto poder para presionar políticamente al Gobierno, mientras que el tercero, los jubilados, carecen del mismo.
Al otorgar al campo una rebaja de retenciones, que se plantean como permanente, descomprime una situación que se presentaba como riesgosa en términos políticos, y a un costo muy bajo.

Al Gobierno le queda margen para hacer concesiones sin afectar la meta fiscal con el FMI.
¿Cómo se puede compensar el impacto fiscal de la baja de retenciones?
Para Nadín Argañaraz, titular del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), si luego de la rebaja impositiva “llega a aumentar la base imponible en alrededor de una quinta parte, el costo fiscal tiende a ser nulo”.
Argañaraz señala que una rebaja de las retenciones implica “una suba del precio, lo que a priori significa una baja de pérdida o una suba de ganancias derivando en una posible mayor recaudación del Impuesto a las Ganancias y de otros impuestos provinciales”.
El analista recuerda que en 2008 las retenciones llegaron a representar el 3,17% del PBI, mientras que ahora en los últimos 12 meses llega al 0,95% del PBI.
En rigor, todavía se pueden plantear dudas sobre si con la reducción de las alícuotas los productores de soja pasan a ganar plata o si todavía están con rentabilidad negativa. Hay algunas proyecciones que indica que el promedio perderán menos.
Alejandro Pegoraro: “La sobremeta es una herramienta para negociar”
Alejandro Pegoraro, director de Politikon Chaco, asegura que la “la sobre-meta que en principio sonaba que se estaban haciendo los cancheros es una herramienta discursiva para negociar”.
“La sobre meta, desde el primer momento, fue usada como un margen para cumplir con el FMI y poder dar señales política de negociación”, explicó.
La semana próxima la Cámara de Diputados va a comenzar a analizar los proyectos aprobados por el Senado que van a ser vetados por Milei y a partir de ahí se verá cual podría ser el costo a pagar por Milei para mantener el orden fiscal y evitar la insistencia en el Poder Legislativo.
Pegoraro señaló a Ámbito que la atención se va a centrar en el proyecto de reparto total de ATN, que tiene un costo de 1 punto del PBI, o el de Impuestos a los Combustibles, que tendrá otro costo de 0,35% del PBI.
Una salida para que no se avance con las jubilaciones sería que haya una nueva tanda de acuerdos de transferencias de obras públicas de la Nación a las provincias, en este caso, que el gobierno le traslade el dinero a los gobernadores para que hagan mantenimiento de las rutas.
Así, el Gobierno nacional aseguraría las condiciones para cumplir el objetivo fiscal firmado en abril con el FMI, más allá que luego aspire a mantener el 1,6% de superávit primario que anunció en abril.
Fuente: ÀMBITO
Por: G. Herrera
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