La Legislatura porteña dio un primer paso para la protección patrimonial de más de 4 mil inmuebles de la Ciudad de Buenos Aires. En la sesión de este jueves se aprobó un listado que incorpora edificios construidos antes del año 1941 y que esperan su catalogación definitiva desde la aprobación de una ley de protección en 2009. Ahora el proyecto deberá pasar por audiencia pública de cara a la aprobación definitiva en el recinto y desde la oposición plantean que en ese proceso se deben incorporar otros inmuebles propuestos por las organizaciones vecinales.

La iniciativa recibió su primera aprobación sin votos negativos y con un total de 39 votos a favor, que llegaron por parte del oficialismo y sus bloques aliados, además de Unión por la Patria (UxP) que acompañó la aprobación. Al inicio de la sesión, el discurso de Edgardo Alifraco, presidente de la Comisión de Planeamiento Urbano y miembro informante del proyecto, comenzó con una aclaración: La Bombonera finalmente quedará fuera del listado a catalogar luego de la polémica generada la semana pasada por las restricciones a la ampliación del estadio que podía generar su protección estructural.

Cumplir una ley de 2009

Después, Alifraco — que anunció su ida del bloque de La Libertad Avanza (LLA) para crear el del MID — se dedicó a los más de 4 mil inmuebles que atañen a la iniciativa: «El proyecto es en cumplimiento de la ley de 2009 que ordenaba el relevamiento de inmuebles anteriores a 1941; allí se encontró un universo de 140 mil inmuebles de los que se han catalogado más de 5 mil en anteriores sesiones y queda este lote de 4.275«. La ley en cuestión es la N° 3.056, que creó el procedimiento de Promoción Especial de Protección Patrimonial y estableció la protección para los inmuebles construidos antes del 31 de diciembre de 1941.

Desde entonces se había realizado un relevamiento de un total de 141 mil inmuebles de esa data en la ciudad, pero nunca se terminó de concretar el listado definitivo a proteger. Algunos sí fueron adquiriendo protección de forma particular, mientras que el resto quedó en una especie de limbo de protección «provisoria» con destino decidido por el Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales (CAAP). Organizaciones vecinales como Basta de Demoler (BdD) denuncian que ese «limbo» es una de las principales causas del fuerte proceso de demoliciones de viviendas tradicionales que la ciudad atraviesa en los últimos años.

De obtener la segunda aprobación, los 4.275 inmuebles propuestos ahora por el Ejecutivo tras la evaluación del CAAP pasarán al catálogo definitivo, lo que implica que cualquier modificación propuesta por fuera de los distintos niveles de protección requeriría la descatalogación de la Legislatura y ya no del CAAP. En este sentido, la diputada oficialista, Gimena Villafruela, sostuvo que la «incorporación al catálogo definitivo tiene que ver con preservar y proteger nuestro patrimonio«.

El tipo de ciudad que queremos

Juan Modarelli, presidente del bloque de UxP, destacó que los inmuebles en cuestión dejarían de estar «en el marco del desorden y manto de oscuridad donde no se sabía cuáles integraban el listado y cómo se ponían o sacaban». El legislador remarcó, sin embargo, que de cara a la segunda lectura «queda discutir qué tipo de ciudad queremos y qué lugar ocupa el patrimonio«. Entre esos aspectos, UxP pidió que se definan las Áreas de Protección Histórica (APH) y que se amplíe la integración del CAAP con participación de las juntas comunales, los consejos consultivos y la defensoría del pueblo.

El punto de la cantidad de inmuebles del listado fue uno de los cuestionados por la oposición. La legisladora Claudia Neira (UxP) pidió que se discuta «la inclusión de los bienes que los vecinos vienen pidiendo que se incorporen al catálogo y que no han sido parte de todo este proceso». Desde BdD, por ejemplo, se amparan en una primera evaluación que había realizado la Facultad de Arquitectura de la UBA y que, aseguran, incluía 18.500 inmuebles con potencial catalogación del universo de 141 mil anteriores a 1941.

Desde la izquierda decidieron abstenerse precisamente por esta última razón. La diputada Celeste Fierro sostuvo que los inmuebles a catalogar «deben ser muchísimos más y esperemos que de cara a la segunda lectura se avance priorizando de verdad la protección de la ciudad». El bloque de LLA también se abstuvo, pero con el argumento contrario: «Esta catalogación afecta el derecho de propiedad sobre un inmueble y hace recaer la carga de la protección sobre el propietario, estamos afectando la propiedad privada«, dijo la legisladora María del Pilar Ramírez.

Proteger la belleza

Hospitales, iglesias, parroquias, colegios, universidades, teatros o bibliotecas aparecen entre el patrimonio arquitectónico a proteger. Entre los primeros se destacan los edificios de los hospitales Fernández y Ramos Mejía, el de rehabilitación Manuel Roca y dos pabellones del Israelita. En la Comuna N°12 se protegerá la Parroquia Santa Margarita María del Alacoque y en la Comuna N°5, la San Bartolomé Apostol.

En la lista de establecimientos educativos a proteger aparecen la Escuela Francisco de Victoria de la Comuna N°15 y la Tomás Manuel de Anchorena de la Comuna N°3, además de los colegios Espíritu Santo, de la Comuna N°10, y el Santa Rosa de la Comuna N°6. La educación superior está representada por la sede de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de la Comuna N°5 y por los pabellones históricos de la Facultad de Agronomía y Ciencias Veterinarias de la UBA. También están incluidas las bibliotecas Domingo Faustino Sarmiento de la Comuna N°12 y la Miguel Cané de la Comuna N°5, así como el edificio del Cine Teatro Premier de la Comuna N°1.

En esa misma comuna aparecen dos grandes edificios históricos: el de la Casa de la Moneda de la Nación –Avenida Antártida Argentina– y el Edificio Libertad de Comodoro Py. También se incluyen otras construcciones que no llegan a tener la categoría de inmuebles pero sí son emblemáticas para la ciudad como la Torre Espacial del Parque de la Ciudad y el Portal de Acceso del Autódromo Oscar y Juan Gálvez.

Una sesión variada

La sesión de ayer la Legislatura porteña marcó un avance para dos proyectos importantes de la Ciudad de Buenos Aires: el reconocimiento de los licenciados en enfermería como profesionales y la reparación integral para sobrevivientes y familiares de víctimas de Cromañón. En los dos casos se aprobaron mociones de tratamiento preferencial para que en las próximas sesiones tengan que ser debatidos los proyectos presentados. Las mociones establecen que tienen que ser discutidas las iniciativas que atañen a los dos temas. En el caso de Cromañón, familiares y sobrevivientes ya presentaron un proyecto para que la reparación integral sea «vitalicia». Hasta ahora viene funcionando con prórrogas y la última vence a fin de año, por lo que en diciembre podría perder su vigencia si no se vota una ley nueva.

En el caso del reconocimiento profesional de los licenciados y licenciadas en enfermería, histórico reclamo del sector, existen diversos proyectos presentados por los distintos bloques de la oposición, que también presentaron un pedido en unidad para que la Comisión de Salud los trate, aunque todavía no tuvieron éxito. Durante la sesión se votaron mociones de preferencia similares para proyectos que buscan establecer un boleto educativo en la ciudad y la gratuidad del pasaje del subterráneo para adultos mayores.