Austria: la ultraderecha es la encargada de formar gobierno
Es la primera vez que un político de extrema derecha está al frente de las negociaciones, luego de que fracasara el intento de una coalición de centro.
El presidente de Austria, Alexander Van der Bellen, encargó este lunes la formación del nuevo gobierno al líder del ultraderechista Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), Herbert Kickl. Es la primera vez que un político de extrema derecha es puesto al frente del Ejecutivo en el país, luego de que fracasaran las negociaciones de otros partidos para conformar una coalición.
Mientras ambos se reunían en el Palacio Imperial, cientos de manifestantes se congregaron en las calles para expresar su rechazo a la posibilidad de que Kickl asuma el poder. Con pancartas que decían «Nazis fuera» o «No queremos un extremista en Austria«, los opositores mostraron su firme desacuerdo con la decisión.
La crisis política comenzó después de que el primer ministro conservador, Karl Nehammer, anunciara su intención de dimitir como canciller y presidente del conservador Partido Popular Austríaco (ÖVP), después del fin de las negociaciones para formar un gobierno de coalición centrista el sábado pasado. Su intención era excluir a la extrema derecha, el partido ganador de las elecciones legislativas.
Una difícil decisión
Tras más de una hora de reunión, el presidente austríaco comunicó su decisión de encargar a Kickl liderar las discusiones con el partido conservador para la formación de un gobierno de transición, una decisión que «no fue fácil de tomar», según señaló.
«El señor Kickl tiene la confianza necesaria para encontrar soluciones viables en el marco de las negociaciones gubernamentales, y desea asumir esta responsabilidad«, dijo Van der Bellen tras la reunión.
Con el fracaso de las negociaciones para un gobierno de centro y la renuncia de Nehammer como canciller y líder del ÖVP, el sucesor de éste en el partido anunció su disposición a formar una coalición con el FPÖ. Aunque el partido de Kickl ya había participado como socio minoritario en un gobierno anterior, nunca antes una formación de extrema derecha había tenido la posibilidad de ocupar la cancillería en la historia de Austria.
El FPÖ, que ganó las elecciones del 29 de septiembre con cerca del 29 % de los votos, recibe ahora el encargo de formar el gobierno. A pesar de ello, el presidente había optado por elegir a Nehammer para las negociaciones en octubre, lo cual contravino la tradición que le delega esta responsabilidad al partido ganado de las elecciones
Radicalización
Aunque la ley otorga al presidente la responsabilidad de elegir al encargado de formar el gobierno, esta ruptura de la tradición provocó que Kickl acusara a Van der Bellen de desoír la voluntad popular y de formar una «alianza de los perdedores». Antes de las elecciones, Van der Bellen ya había mostrado su rechazo hacia el líder del FPÖ, quien en el pasado lo había calificado de «momia senil«.
Kickl, quien fue elegido diputado por el FPÖ en 2006 y ejerció como ministro del Interior en el gobierno conservador de Sebastian Kurz entre 2017 y 2019, asumió la presidencia del partido liberal en 2021. Desde entonces, logró radicalizar el tono y discurso del partido.
El FPÖ, fundado después de la Segunda Guerra Mundial por antiguos jerarcas nazis, sigue siendo un partido con vínculos con círculos ultraderechistas, xenófobos y antisemitas. Kickl, en particular, es conocido por utilizar términos de la era nacionalsocialista: durante la campaña electoral anunció que quería convertirse en “Canciller del Pueblo”, al igual que el líder nazi.
La nueva línea de Kickl, que ganó tracción al fuego de la pandemia del Covid-19, no sólo rechaza las medidas sanitarias tomadas por el entonces gobierno conservador-ecologista, sino también el apoyo occidental a Ucrania y las sanciones contra Rusia, la cooperación de la neutral Austria con la OTAN, y es crítico de sus lazos con la Unión Europea (UE).
Uno de sus principales aliados es el primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán, con el que formó la fracción «Patriotas por Europa», el tercer grupo del Parlamento Europeo. Además, el FPÖ mantiene estrechas relaciones con Alternativa para Alemania (AfD), partido investigado por contener elementos extremistas.
Viabilidad
Con la llegada del FPÖ al poder, surge el problema de cuán viable es un gobierno de extrema derecha en Austria. Aunque el FPÖ ya se encuentra en negociaciones con el ÖVP, ambos partidos tienen diferencias significativas en áreas clave como política exterior, seguridad, migración y economía.
Un tema central en las negociaciones será la reducción del déficit fiscal, que se espera que supere el límite del 3 % establecido por la UE. Aunque ambos partidos proponen recortes fiscales, las medidas propuestas por el FPÖ son vistas como un ataque a intereses clave del ÖVP, como la poderosa Cámara de Comercio, así como a la ayuda económica a Ucrania y los planes de defensa balística nacional.
La postura extremista de Kickl ya le generaron tensiones dentro del gobierno, y ya provocó que algunos de sus miembros se distancien de él. Por ejemplo, el ministro de Asuntos Exteriores del ÖVP, Alexander Schallenberg, anunció que se alejaría de sus funciones con la llegada de Kickl al poder. El líder del Partido Socialdemócrata de Austria (SPÖ), Andreas Babler, también lamentó la decisión, calificando la formación de un gobierno bajo el liderazgo del FPÖ como «una noticia muy triste«.
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