Así es uno de los museos más pequeños del mundo

El Mundo

Los principales museos del mundo suelen atraer a una gran cantidad de turistas deseosos de ver obras de arte en edificios tan grandes como imponentes. Sin embargo, hay excepciones que sorprenden por su tamaño diminuto y encanto único.

Algunas de estas joyas culturales rompen con los moldes tradicionales y encuentran su lugar en espacios insólitos, demostrando que no se necesita una gran estructura para contar una historia. El ejemplo más claro de esto es el Museo Warley, instalado dentro de una antigua cabina telefónica roja en el Reino Unido.

Cabina

El proyecto surgió tras el anuncio de British Telecommunications sobre la eliminación de decenas de teléfonos públicos en la zona de Warley, West Yorkshire, a raíz del desuso provocado por la proliferación de teléfonos móviles. A modo de protesta, la comunidad local decidió intervenir en el destino de uno de estos emblemáticos espacios urbanos.

Con el objetivo de rendir homenaje a la historia de la localidad, se realizó una restauración y adaptación estructural para convertir la antigua cabina en un museo funcional.

Los residentes consideran que el espacio podría obtener la distinción de “museo más pequeño del mundo”. Tanto es así que la Warley Community Association ingresó formalmente la candidatura para su reconocimiento en el Libro Guinness de los Récords Mundiales, esperando que la designación impulse a futuro el turismo en el poblado.

El contenido de las vitrinas, que puede contemplarse desde dentro y fuera de la cabina, incluye fotografías históricas, joyería antigua, piezas de moda y documentos relativos a personalidades notables vinculadas al pueblo. Los grabados de vidrio y la información ilustrada sobre habitantes ilustres son elementos claves en la experiencia de visita. Las exposiciones cambian cada tres meses, lo que permite una permanente renovación de la narrativa histórica local.

Por: Rodo Galdeano

Fuente: Canal 26

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