Asesinó a su esposa embarazada y a sus hijas para irse con su amante
La historia de la aparente familia feliz y el posterior asesinato por el padre conmocionó a al país y se convirtió en uno de los casos más impactantes de homicidio.
Una de las últimas fotos que se sacaron los Watts aparentan todo lo que cualquier persona se imagina como una familia feliz. La sonrisa de los padres al abrazar a sus hijas pequeñas, en el campo con un atardecer de fondo. La imagen transmite alegría y calidez, aunque detrás de uno de sus miembros se escondía un secreto oscuro.
El 16 de agosto de 2018, la Policía de Denver encontró los cuerpos de Shanann, que estaba embarazada, junto al de sus hijas Bella y Celeste, de 4 y 3 años. Las tres fueron asfixiadas hasta la muerte y estaban en el interior de una fosa y un tanque de petróleo. Horas antes, el padre -Chris Watts- fue detenido y realizó una escalofriante confesión ante su propio padre: él las había asesinado para escaparse con su amante.
El secreto
Shanann Cathryn Rzucek, oriunda de Carolina del Norte, en Estados Unidos, había pasado por varios momentos difíciles de su vida antes de conocer a Christopher Watts. En principio, había atravesado un divorcio complejo, fue diagnosticada con la enfermedad de lupus y entró en depresión. Pero todo había parecido mejorar luego de empezar a intercambiar mensajes con Chris a través de Facebook.
En 2010, después de hablar durante un tiempo, coordinaron una cita y comenzaron a salir. Poco a poco, el vínculo se fue intensificando y decidieron casarse dos años más tarde. Tras la unión de la pareja, se mudaron juntos a la localidad de Frederick, al norte de Denver, la capital de Colorado.
Todo parecía marchar bien. Incluso, Shanann se encargaba de publicar los detalles más felices de su vida a las redes sociales para que sus familiares y allegados estén al tanto. Y así lo hizo también con la llegada de sus dos hijas, Bella Marie en 2013, y de Celeste Cathryn en 2015.
A pesar de que los cuatro se veían como una familia ideal, no todo lo que ocurría puertas adentro era de color de rosas.
Chris y Shanann se habían endeudado tras haber solicitado un préstamo para comprar la casa de dos pisos en donde vivían. Para ese entonces, ella trabajaba como vendedora independiente de productos de bienestar, mientras que él tenía un puesto menor en una empresa petrolera.
Su situación económica comenzó a ajustarse cada vez más, al punto de que se declararan en quiebra en el 2015. Esta situación produjo algunas discusiones al interior de la pareja y un malestar creciente en el caso de Chris, quien, poco a poco, empezó a alejarse de su esposa. A pesar de que nadie lo imaginaba, él escondía un secreto imperdonable.
Tres años más tarde, ocurrió un hecho que parecía emocionar a la familia otra vez: Shanann se había enterado de que estaba esperando a su tercer bebé. “Te amo, Chris. Eres el mejor padre que las chicas podrían tener”, escribió la mujer en su cuenta de Facebook luego de anunciar la gran noticia.
Ese verano, la mujer pasó el verano en la casa de sus padres en Carolina del Norte junto a sus hijas. La idea era tomar distancia de su marido para que reflexionara sobre el futuro de su relación, debido a las constantes peleas que mantenían. Sin embargo, la distancia y la frialdad que había entre ambos continuaba siendo abismal.
Sin embargo, al otro día, la mujer nunca contestó los mensajes y llamadas de Atkinson. Las horas pasaron y la preocupación de Nicole se elevó al punto de ir hasta su casa junto a su hijo adolescente para averiguar qué había sucedido.
Una vez ahí, tocó timbre varias veces y nadie respondió, por lo que llamó a Chris para alertarlo. En esa breve conversación, él le dijo que estaba en camino y le pidió que no le diga nada a nadie, pero ella sospechó de esa actitud y decidió denunciar el hecho a la Policía de Frederick.
En la inspección, los efectivos no encontraron señales de Shanann ni de las nenas, aunque sí encontraron su anillo de matrimonio en una mesa y su celular. Al encender el dispositivo, descubrieron que el primer mensaje que aparecía era de su marido: “Si te llevas a las chicas, avísame dónde estarán”, escribió Watts.
A pesar de ello, Christopher, de 33 años, no supo decir a dónde podría estar su familia y se convirtió en el principal sospechoso, ya que tanto Nicole como su hijo, sugirieron que el hombre se mostró nervioso durante la visita de los policías.
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