Argentina dio vuelta un partidazo y le ganó 3-2 a Finlandia por el debut del Mundial de vóley

Pese a que arrancó 0-2 en sets y desdibujada, la Selección lo pudo ganar con el ingreso clave de Martínez y mejoras varias. Ahora se viene Corea para pensar en los octavos de final.

La Selección, es cierto que sin jugar bien, se impuso a Finlandia en un nervioso pero aliviado finalmente debut en Filipinas por 3-2 con parciales de 19-25, 18-25, 25-22, 25-22 y 15-11 en 2h30. Fue el primer tie-break del torneo.

Marcelo Méndez sorprendió con el sanjuanino Matías Sánchez en el armado, dejando a Luciano De Cecco en el banco. El resto, la lógica: Pablo Kukartsev de opuesto; el capitán Agustín Loser y Joaquín Gallego de centrales; los puntas, Luciano Palonsky y Luciano Vicentín, más Santiago Danani de líbero.

El equipo comenzó nervioso y 2-5 cometiendo algunos errores, incluso con Loser bloqueado. Hasta que el engranaje comenzó a aceitarse y, con Kukartsev presionando desde el saque, el seleccionado abrochó cuatro tantos al hilo para ponerse 8-7, más acorde con los rankings de ambos equipos: 8° y 18°.

Un bache se generó a partir del saque de Marttila, ayudado por un toque de red de Kukartsev y una pelota afuera de Sánchez, para que los finlandeses lo dejaran 12-11. Tras una floja recepción de Vicentín en un saque flotado, llegó un punto de contra para el 12-14 que generó el primer tiempo de Méndez.

Los finlandeses, mejor en saque, continuaron sumando, como con un bloqueo de Tyynismaa contra Vicentín para el 17-14. Méndez mandó a De Cecco, que así llegaba al récord de ser el único jugador en sumar seis mundiales de voley; también entraban Martínez y Gómez, opuesto debutante.

Los saques no entraban para ninguno de los dos, negocio finlandés, ya que llegaba arriba al cierre, sobre todo con un bloqueo a Loser de Tyynismaa para el 22-18 y el segundo tiempo de Méndez, que pedía mejorar la recepción.

Pero Tyynismaa siguió bloqueando (a Palonsky) y después Jokela sumó desde el ataque. Finalmente, un remate de Suihkonen desde posición 4 le dio a Finlandia el sorpresivo primer set por 25-18. Lo mereció en base a su muy buen bloqueo para sumar tantos (5 a 0 en el rubro) o generar contras.

En el segundo se replicó el arranque y Finlandia se adelantó 6-2, generando ya un cambio (Gómez por Kukartsev) y el primer minuto de Méndez, que pidió confianza y volumen de juego.

Algo de eso comenzó a aparecer, con el saque de Vicentín, que abrochó dos puntos seguidos, además de un par de bloqueos sus compañeros. Ya el equipo había entrado en juego, tocaba más pelotas y luchaba de cerca, 8-10, obligando al pedido de tiempo de Finlandia. El descanso le vino bien al equipo europeo que, con más variantes, volvió a sacar una brecha importante. En tanto, Méndez mandaba a un nuevo suplente a la cancha, buscando respuestas que no aparecían. Obviamente, la primera se la sacaron al recién ingresado, Armoa, que erró en recepción: 14-9 en contra.

La tendencia siguió igual y Méndez pidió otro tiempo. “Falta convicción, trabajemos el punto”, pedía con la calma que lo caracteriza. Pero no encontraba respuesta porque su equipo estaba totalmente desconocido y no podía aferrarse a ninguna herramienta para levantar. Los finlandeses la metían (11-5 en ataque) y, más algún bloqueo, con eso les alcanzaba. Así, el segundo también fue para los de blanco, por 25-18.

En el tercero, Méndez mandó a la cancha a De Cecco, Kukartsev, Palonsky, Martínez, Loser, Gallego y Danani para tratar de levantar un 0-2 por primera vez en mundiales. Y, buena noticia, se arrancó arriba, 3-0, con un punto más bloqueo de Palonsky y otro gorro de Gallego.

Si bien los finlandeses emparejaron con los casi monopólicos ataques de Jokela, su opuesto, Méndez dejó en cancha a Martínez para ganar en defensa y, desde ese rubro, comenzar a basar el juego, la recuperación. Más una mejora en el saque, Argentina mantenía la brecha, 13-10. Costaba, pero había levantado respecto de los sets anteriores.

La segunda buena noticia fue el tanto que amplió la ventaja a 16-12, con una buena defensa de Palonsky, el armado de De Cecco y Kukartsev, que sumaba su punto 8° y quedaba a uno de Palonsky.

Justamente Lulo apareció al final para enhebrar un par de ataques certeros y ser el 7 de espadas donde se apoyó el equipo para cerrar el set. Así, con el 7 encendido y hasta un bloqueo de Martínez, el seleccionado ganó el tercero, 25-22.

El DT mantuvo el mismo equipo que le había rendido, el cual arrancó 3-2. Pero Finlandia empezó a variar el saque y se adelantó 6-2. Méndez no perdió tiempo y pidió minuto: “Señores, trabajemos los puntos”, pidió de nuevo. El Cabezón no quería que sus dirigidos bajaran en confianza ni se fueran del libreto con el que se habían rescatado en el tercero. El problema estaba en el otro lado, con una defensa increíble de los finlandeses (parecían japoneses altos y rubios), que se recuperaron tres veces en el mismo tanto para ganarlo de contra para el 8-2.

Lo malo es que se iba el partido, pero Argentina, de a puchitos, pudo descontar: con un bloqueo de Loser, un clinch de Kukartsev y una defensa y ataque del opuesto, el seleccionado se acercó a 10-12.

Un punto clave, la defensa recuperó pero bloquearon a Palonsky: fue 13-11, podría haber sido 12-12. Luego, con otras defensas impresionantes, los finlandeses se volvieron a alejar: 16-13. Parecía perdido pero no, porque ellos comenzaron a equivocarse en momentos clave. Dos bolas afuera dejaron el 16-15. Costaba, pero estaba ahí.

Lo que no se había podido en aquel punto del 13-11, se consiguió con dos bloqueos, de Kukartsev y Loser: 17-17. Luego, con un toque de Lulo en un punto que otra vez contó con dos defensas tremendas de Finlandia, por primera vez Argentina pasó al frente: 18-17.

Palo a palo fue el cierre, hasta que, desde el 20-20, los finlandeses la tiraron afuera y Kukartsev metió tremendo ace para el 22-20. El propio Kuka aprovechó un segundo contraataque en el mismo punto para el sufrido 23-20. Enseguida, Jokela, zaguero, invadió y llegó el set point: 24-20. Finlandia sumó con un ataque y Zerba no pudo dos veces, para el 24-22. Ay…

Después siguió el punto más largo, en el que le cobraron cuatro toques a Argentina, que pidió el challenge, larguísimo lapso con la canción de Misión Imposible, y anularon el fallo: fue vuelta. Finalmente lo cerró Kuka con un ataque para mandarlo al tie-break.

Finlandia comenzó arriba, sólido. Hasta que Marttila cometió dos errores insólitos (bolas afuera) y la Selección se adelantó 6-5. La primera ventaja la logró el más bajo que metió tremendo bloqueo, la entrada clave en el partido y factor importantísimo, Martínez, para el 8-6. El hijo del Mono (bronce en Seúl 88) después metió uno de esos aces que se dan una vez por partido, saque a la red pero que la bola se muere del otro lado: 9-6. Esos tres puntos eran oro para un set que terminaba en 15. Sobre todo porque se habían invertido los roles del principio y a los de blanco les pesó el cierre. Del otro lado, Argentina terminó más sólido, con Zerba metiendo el punto 14 y Finlandia equivocándose (clave los errores: se terminó 31 a 22 en puntos por equivocaciones del rival) en el saque para el 15-11.

Despojándose del contexto, fue un 3-2 no muy convincente, pero en el debut mundialista y por cómo se había comenzado, se dio vuelta un partidazo que sirve para creer y pensar en lograr una segunda victoria que allane el pasaje a octavos, el martes ante Corea, pero sin sufrir tanto.

 

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