Apalancado en la buena sintonía con Donald Trump, Javier Milei acelera pedido de fondos al FMI

Por Julián Guarino

 

El presidente Javier Milei aceleró la negociación con el FMI. Envió una misión a Washington. Espera la llegada de Trump a la Casa Blanca. Pidió fondos frescos.

Bajo siete llaves, la misión argentina que recorrió Washington la última semana hizo un alto en la sede del Fondo Monetario Internacional. El dato, confirmado por fuentes relacionadas con la recorrida, merece ser evaluado junto con otros elementos de igual calibre.

Ahora, la idea del Gobierno es avanzar rápidamente en la elaboración de un nuevo programa con el organismo, después de los mensajes cruzados que se dieron durante todo 2024 entre Kristalina Georgieva y Javier Milei. Ahora es distinto.

La victoria de Donald Trump para llegar a la Casa Blanca -lo hará el 20 de enero- pareció destrabar cualquier bloqueo de carácter especulativo que pudiese haber anidado en el Fondo. Ahora, apalancado en la buena sintonía entre el presidente argentino y el estadounidense, el ministro Luis Caputo pretende un desembolso que podría alcanzar los u$s12.000 millones junto con el nuevo acuerdo y una extensión de plazos que permita un repago más equilibrado de la deuda. Recuérdese que el organismo aprobó en 2018 un crédito por el equivalente en Derechos Especiales de Giro (DEG) a u$s57.100 millones, de los cuales el país recibió unos u$s44.000 millones. De esta forma, podría alimentar las alicaídas reservas sin desarmar el “dólar blend” antes de tiempo y así nivelar los dólares que nutren al BCRA.

De fondo, la intención del Gobierno, como anticipó el presidente Milei ayer, es quitar el cepo cambiario durante 2025. ¿Cuándo? Es probable que sea el FMI el que determine, con su ayuda, cuándo será, lo que nos devuelve a Donald Trump. La apuesta del organismo multilateral es que el Gobierno pueda validar el nuevo acuerdo en el Congreso de la Nación. Eso se lo dejaron claro al equipo que constituyeron José Luis Daza -viceministro de Economía-, Pablo Quirno -secretario de Finanzas- y Vladimir Werning, vicepresidente del Banco Central en Washington.

“Hubo un comentario relativo a la necesidad de contar con un presupuesto, una hoja de ruta que haga visible la intención del Gobierno de avanzar en la reforma fiscal”, sostuvo la fuente.

El Gobierno decidió acelerar a negociación con el FMI

De todas formas, el ministro Caputo decidió acelerar la negociación. Así, presentó una especie de carta de intención con algunas proyecciones que evidencian el mejor momento del frente financiero, puntualmente la demanda de pesos y las perspectivas de una mejora de la actividad económica. Según las fuentes, Economía le anticipó al FMI que el dato de actividad del tercer trimestre del 2024 que se conocerá en los próximos días dará un crecimiento interanual del 3%. “El presidente Milei quería que el FMI se entere que la recesión terminó”, dijo la fuente, “y que la inflación seguirá bajando”.

Si bien el negociador argentino Leonardo Madcur se mantuvo trabajando en forma permanente en los últimos meses, la señal política de avanzar a buena velocidad llegó recién hace algunos días. Como se anticipó en esta columna, son muchos los elementos con los que cuenta ahora el Gobierno, numerosas las posibles combinaciones que ofrecerá el FMI para tratar de mantener performing un nuevo acuerdo. El Gobierno, en cambio, busca que la inflación iguale a la tasa de devaluación y que la tasa de interés se mantenga apenas encima de esa marca.

La llegada de Scott Bessent y la ansiedad de Luis Toto Caputo

Del otro lado, la inminente la llegada de Donald Trump a la presidencia y de Scott Bessent como secretario del Tesoro despierta ansiedad. Hay que recordar que Bessent será el principal portavoz económico del gobierno y representa a EEUU a nivel mundial en asuntos económicos y financieros en foros como el G7, el G20, el FMI y el Banco Mundial.

Fue el propio Bessent quien, en una especie de revisionismo prematuro, hace meses evidenció elogios al presidente Javier Milei y, en el mismo acto, fustigó al peronismo, al que comparó en las redes sociales con la administración del saliente mandatario Joe Biden. “Biden está encadenando a la economía estadounidense a la deuda. Yo lo llamo «Bidenismo»», dijo en un debate transmitido por televisión.

Y agregó: «Es el «Bidenismo» y yo creo que es fortuito que hoy tengamos al presidente de Argentina hablando y explicando qué fue lo que arruinó su país: peronismo». Pero prosiguió: «El Bidenismo es el comienzo del peronismo. Es el Estado quedándose con el control de los medios de producción y aumentando mucho la deuda», sostuvo el futuro ministro.

Los mercados, aliados de la nueva gestión

En el Gobierno se ilusionan. La señal dada a los mercados hace algunas semanas -el nombramiento de Bessent- podría empujar aún más la cotización de los activos en Wall Street y, en particular, de los bonos argentinos, y generar una baja adicional del riesgo país. Bessent es un hombre de los mercados, algo que debería impactar positivamente entre los inversores. Con 62 años, viene de asesorar a Trump sobre política económica durante la campaña. El presidente electo afirma que su candidato al Tesoro es un defensor de la “gente corriente” y la industria nacional. Es fundador del fondo de inversión Key Square Capital Management y fue el director de inversiones de Soros Fund Management. Con un pasado férreo en la defensa del recorte fiscal, Bessent viene de pedirle públicamente a Trump que desplace al presidente de la Reserva Federal el año que viene (un año antes que expire el mandato de Jerome Powell).

¿Tendrán Trump y Bessent un gesto con la Argentina? En la traducción, la palabra de Bessent podría resultar determinante para destrabar el futuro acuerdo entre la Argentina con el FMI. Con todo, existe una pregunta que debe hacerse. Bessent viene de sostener en un reciente artículo de opinión publicado en el Wall Street Journal, que “la elección de Trump impulsó el mayor aumento del dólar en un solo día en más de dos años, y el tercero mayor de la última década”. Es más. Sostuvo que le dijo a Trump “el dólar te ama y seguimos aumentando el rendimiento después de impuestos de los activos estadounidenses, y va a seguir así”.

“Las tasas de interés a largo plazo están bajando incluso con este shock de crecimiento”, dijo Bessent. “Los recortes de impuestos, la desregulación, el dominio de la energía, las tasas de interés en realidad están bajando, y el dólar sigue subiendo”.

¿Qué beneficio podría traerle a la Argentina una era de dólar fuerte en el mundo? La vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca y el reciente nombramiento de Bessent, podría impulsar un proceso de reflación, esto es, un regreso de la presión inflacionaria en los Estados Unidos apalancado por la próxima política económica del flamante mandatario.

Hay numerosos argumentos que podrían preanunciar un nuevo ciclo de inflación en los Estados Unidos. El primero, los impuestos. Pero también la suba de aranceles y el plan de expansión del gasto público (déficit). Las promesas de Trump aceleraron una moderación en las expectativas de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal (FED), lo que decantó una suba del rendimiento de los bonos del Tesoro al alza, algo malo para el rendimiento de los bonos de los mercados emergentes. Así, mientras el gabinete del gobierno estadounidense parece poblarse de referencias políticas elogiosas de la gestión mileísta, sus políticas en cartera -y la expectativa de que se aplicarán a partir de enero- podría impactar negativamente en el ciclo económico argentino y el frente financiero local.

Fuente: Àmbito

Rivero. C

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