Amenazas de bomba en una escuela: joven quedó en prisión preventiva
Axel Muñoz, de 20 años, fue imputado por intimidación pública y amenazas agravadas tras realizar tres llamados que obligaron a evacuar la Escuela Ejército de Los Andes. Cumplirá 30 días detenido mientras avanza la investigación.
La tranquilidad de la comunidad educativa de la Escuela Ejército de Los Andes se vio interrumpida la semana pasada, cuando un joven realizó tres amenazas de bomba en días consecutivos, lo que obligó a desalojar el establecimiento y generó alarma entre alumnos, familias y docentes.
Tras una rápida investigación, la Justicia imputó a Axel Muñoz, de 20 años, por los delitos de intimidación pública y amenazas agravadas. En audiencia de formalización, la jueza Ana Carolina Parra dispuso que el acusado permanezca 30 días con prisión preventiva en el Servicio Penitenciario Provincial, mientras se desarrolla la investigación penal preparatoria, que tendrá un plazo de cuatro meses.
El fiscal Alejandro Mattar detalló que las llamadas intimidatorias, registradas el miércoles, jueves y viernes, provenían del mismo teléfono celular, lo que permitió orientar la pesquisa. En los allanamientos realizados se incautaron más de 25 celulares, que ahora serán sometidos a pericias.
Durante la audiencia también se reveló un dato clave: un menor entregó uno de los teléfonos usados en las amenazas, asegurando que fue coaccionado bajo amenazas de muerte para participar. Esto abrió una nueva línea de investigación para establecer si Muñoz actuó solo o recurrió a terceros, aprovechando su influencia sobre menores.
La fiscalía también investiga si el acusado transmitió en vivo por redes sociales al momento de realizar las llamadas, lo que agravaría su situación judicial. Ante la posibilidad de que haya más implicados, la jueza ordenó restringir la difusión de imágenes del imputado.
De confirmarse los cargos, Muñoz podría enfrentar una pena de prisión efectiva. Cabe recordar que en abril de 2025 ya había sido declarado culpable por delitos de abuso sexual simple, lesiones leves, exhibiciones obscenas y desobediencia a una orden judicial, y recibió entonces una condena de tres años en suspenso, es decir, sin cárcel efectiva.
Ahora, con la prisión preventiva dictada y una nueva causa en marcha, la justicia sanjuanina deberá determinar responsabilidades concretas y eventuales cómplices en los hechos que alteraron la vida escolar en Capital.
POR LIC. EUGENIA VILA
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