Ambiente llevó tranquilidad tras la aparición de peces muertos en Cuesta del Viento

La Secretaría de Ambiente confirmó que la mortandad de pejerreyes registrada en el dique iglesiano se debió a causas naturales. El fenómeno fue localizado, de corta duración y sin riesgo para el ecosistema.

La aparición de decenas de peces muertos en el Dique Cuesta del Viento, en Iglesia, generó preocupación entre vecinos, pescadores y turistas. Sin embargo, tras un relevamiento técnico, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de San Juan confirmó que el fenómeno tuvo un origen natural y no representa peligro para la fauna ni para la calidad del agua.

Según el informe oficial, especialistas del Laboratorio del Parque de la Biodiversidad realizaron estudios en el embalse el 4 de noviembre, midiendo parámetros de oxígeno, temperatura y materia orgánica. Los resultados indicaron que la mortandad afectó principalmente a ejemplares juveniles de pejerrey (Odontesthes bonariensis) y fue puntual y acotada.

Los análisis descartaron cualquier tipo de contaminación química o bacteriana. En cambio, los técnicos determinaron que el episodio se originó por baja oxigenación en sectores costeros, producto de la acumulación de materia orgánica y escasa circulación del agua, un fenómeno conocido como hipoxia.

Este proceso natural suele presentarse en cuerpos de agua que experimentan cambios bruscos de temperatura o variaciones en el nivel del embalse, lo que puede generar floraciones algales y afectar principalmente a los peces más jóvenes, de menor resistencia ambiental.

“Las características de los ejemplares hallados y la presencia de materia orgánica en descomposición confirman que se trató de un evento natural y aislado”, detallaron desde la Secretaría.

La aclaración oficial llegó tras la circulación de rumores sobre posibles derrames mineros, versiones que fueron descartadas categóricamente por las autoridades ambientales. “El ecosistema del dique se mantiene estable y no hay riesgos para la fauna ictícola”, aseguraron.

Ambiente continuará realizando monitoreos periódicos en Cuesta del Viento para evaluar la evolución de los parámetros del agua y garantizar la preservación del entorno natural.

Además, se reiteró el pedido a la comunidad de no difundir información sin verificación, mantener la limpieza de las costas y respetar las áreas habilitadas para pesca y actividades recreativas.

El fenómeno, aunque llamativo, se enmarca dentro de los procesos naturales de autorregulación ambiental que ocurren en cuerpos de agua sometidos a variaciones climáticas y estacionales.

Op: Juan Llarena

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