Alperovich fue alojado en el pabellón de abusadores sexuales de la cárcel de Ezeiza

El ex gobernador de Tucumán pasó del hospital de la unidad a una celda común. Ingresó en el programa de tratamiento para ofensores sexuales. La justicia comenzó a tramitar un nuevo pedido de libertad

José Alperovich, el tres veces gobernador de Tucumán y condenado a 16 años de prisión por abusar y violar a su sobrina, fue alojado en el pabellón de abusadores sexuales de la cárcel federal de máxima de seguridad de Ezeiza. Luego de una primera etapa en el hospital penitenciario, donde se le hicieron controles médicos, Alperovich ya está en un pabellón común: el complejo residencial 1.
Fuentes penitenciarias informaron a Infobae que esta semana Alperovich pasó del hospital al pabellón común. Convive con otros presos, cerca de 25. “Se le hicieron todos los estudios, está bien de salud con la medicación que le corresponde y no demostró ninguna conflictividad”, sostuvo la fuente consultada que agregó que el pabellón en el que fue alojado “es tranquilo, no hay a tener inconvenientes”.

 

Los pabellones en Ezeiza tiene un salón de usos múltiples común que utilizan todos los detenidos y celdas individuales para cada uno de ellos. En esa unidad hay uno especial para las persona detenidas por delitos sexuales. Los presos tienen una clasificación según su perfil y el tipo de delito que cometieron.

 

Los detenidos por delitos sexuales tienen un tratamiento especial. De hecho, el Servicio Penitenciario Federal (SPF) tiene una unidad especial para estos presos. Es la de Senillosa, en Neuquén. Pero allí van los que están en las últimas fases del tratamiento o cuando la queda condena firme. “Alperovich está comenzando el tratamiento y seguirá en Ezeiza”, confió la fuente. Esa cárcel es una de las unidades de pre admisión del programa.

 

Por otra parte, durante toda la semana pasada la familia de Alperovich lo visitó. Pudieron ir los cinco días porque la reglamentación del SPF para las visitas establece que quienes tienen domicilio en otras provincias, como es el caso de sus hijos que viven en Tucumán, puede visitarlo de manera consecutiva.

Alperovich fue condenado el 18 de junio pasado a 16 años de prisión por nueve delitos sexuales que cometió “mediando para su comisión intimidación, abuso de una relación de dependencia, de poder y de autoridad”. La víctima fue su sobrina y los hechos ocurrieron entre 2017 y 2019 en la ciudad de Buenos Aires y Tucumán cuando ella había comenzado a trabajar como su secretaria privada y luego en la campaña para volver a ser gobernador en 2019, comicios en los que salió cuarto.

 

En el momento de la condena, el juez Ramos Padilla ordenó su inmediata detención y esa misma noche fue trasladado a la cárcel de Ezeiza por efectivos del SPF.

 

Nuevo pedido de libertad

Tras quedar detenido, la defensa de Alperovich pidió su excarcelación que el juez Ramos Padilla rechazó. El magistrado sostuvo que “en caso de recuperar su libertad intentará eludir el accionar de la justicia y perjudicar los objetivos del proceso”. Esa decisión fue apelada por la defensa para que intervenga la Cámara Nacional de Casación Penal y le conceda la libertad o algún tipo de morigeración, como la prisión domiciliaria, que lo saque de la cárcel.

El planteo llegó la semana pasada a la Cámara, informaron a Infobae fuentes judiciales. El primer paso será la apelación sea analizada por una sala de admisibilidad. Allí llegan todas las presentaciones y se determina si cumple con los requisitos para que sea tratada. Si es así pasa a una de de las tres salas de la Cámara para su tratamiento formal.

Para rechazar su excarcelación, el juez Ramos Padilla tuvo en cuenta que la situación de Alperovich cambió porque ahora tiene una condena de 16 años, que tiene los medios económicos para poder fugarse, que durante el juicio tuvo actitudes de obstaculización y que su libertad podría significar una revictimización de su sobrina. “Cuenta además de su poder económico, con una inmensa red de contactos sociales y políticos que inexorablemente podrían facilitar su salida del país o, en su caso, su ocultamiento”, señaló el magistrado.

 

La defensa, a cargo de Augusto Garrido, criticó los argumentos. Sostuvo que Alperovich siempre estuvo a derecho, se presentó cada vez que la justicia lo requirió para la indagatoria, exámenes psiquiátricos y la entrega de su celular y que desde el inicio de la causa no salió del país. También que tiene arraigo y que posee problemas de salud.

 

El abogado además rechazó el argumento de los contactos políticos: “No cuenta con una red de contactos políticos. Si algo resultó del juicio fue, precisamente, que toda la política tucumana le dio la espalda. Se trata de una persona condenada por supuestos delitos sexuales, cuya red de contactos es nula, a excepción de su familia directa”.

 

Así, la defensa planteó que cualquier riesgo que considere la justicia se puede neutralizar con otras medidas como “la prohibición de salida del país; la entrega de documentos de viaje; un dispositivo de geolocalización, o directamente la prisión domiciliaria en esta ciudad”, y no con la detención.

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