El defensor de All Boys, Jonathan Ferrari, no ocultó su frustración tras la dolorosa derrota sufrida ante San Martín en el partido de vuelta, que dejó al conjunto de Floresta fuera de la competencia. A pesar de ir ganando 2-0 gracias a los goles de Franco Toloza y Tomás Assennato, el equipo local no pudo mantener la ventaja, y un gol de Casa permitió a los de San Juan avanzar por ventaja deportiva. Fue en ese preciso momento que la situación se descontroló para el equipo de Floresta, que terminó con tres expulsados: Toloza por una agresión, Salas por otro incidente similar y Jonathan Ferrari por una patada violenta.
Horas después del partido, Ferrari, uno de los jugadores más experimentados del plantel, estalló en declaraciones a ESPN, apuntando directamente contra el árbitro Fabricio Llobet por las decisiones tomadas durante el partido, que consideró injustas y desmedidas. «Los jugadores tenemos miedo de hablar», expresó el defensor, visiblemente afectado por los hechos ocurridos en el campo. «Fue una locura lo que vivimos y la impotencia que tenemos. Queremos expresarlo, mostrar lo que se vio. Duele un montón terminar así, por el sacrificio que hacemos», añadió Ferrari, dejando en claro el malestar del plantel.
El defensor se refirió también a las expulsiones, especialmente a la doble amarilla que él mismo recibió, así como a las rojas para sus compañeros. “Dos de las tres expulsiones no tienen explicación”, afirmó, señalando la falta de lógica en las sanciones. Ferrari repasó cómo se desarrollaron los hechos: «Nosotros seguíamos buscando el tercer gol. Lo echaron a Toloza, se armó el quilombo, tratamos de seguir jugando y luego a Salas por un roce típico del fútbol».
El descontrol también se trasladó a los vestuarios, donde el clima se tornó aún más tenso debido a la presencia de la policía. Ferrari contó que el equipo tuvo problemas con las fuerzas de seguridad al retirarse del campo, algo que aumentó la sensación de injusticia y frustración. “En el vestuario tuvimos problemas con la policía”, remarcó el defensor, reflejando la tensión que vivieron tras el pitazo final.
Con la eliminación, el clima en el vestuario de All Boys sigue siendo de mucha indignación y dolor por la forma en que terminó el partido. Ferrari y sus compañeros continúan procesando lo sucedido, y el malestar persiste por lo que consideran decisiones arbitrales equivocadas que marcaron el rumbo de la serie.
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