A la espera del pronóstico oficial que difundirá este mes el Gobierno provincial, la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) publicó un estudio que anticipa otro año crítico para el recurso hídrico: el río San Juan traerá cerca de un 40% menos de caudal que el ciclo anterior.
Pese a este panorama, los tres diques principales de la provincia muestran niveles superiores a los del mismo período del año pasado, lo que representa un alivio ante una nueva temporada seca. En otras palabras, lo que no llegue por el cauce natural podrá suplirse con el agua almacenada en los embalses.
Ahora, la atención estará puesta en Hidráulica, que deberá definir junto a los productores agrícolas cómo se distribuirá el recurso, en un debate que promete ser tan intenso como en años anteriores.
Los niveles actuales de los diques
El dique de Ullum, el más antiguo y el que regula la erogación del agua hacia los canales, inició octubre con 763,9 metros sobre el nivel del mar (msnm), cuando en el mismo mes de 2024 tenía 749,8 msnm.
Por su parte, Punta Negra también registró una recuperación visible. En los últimos doce meses pasó de 920,2 a 928,7 msnm, lo que incluso obligó a mover algunas estructuras de los paradores del perilago, ya que el agua avanzó sobre sectores de playa.
En tanto, Los Caracoles —clave para la generación hidroeléctrica con una potencia de 120 MW— pasó de 1.080 a 1.085 msnm. Si bien sigue siendo la presa más comprometida, se mantiene dentro de los niveles de seguridad establecidos.
En conjunto, los tres embalses se encuentran lejos de sus cotas máximas, pero mejor posicionados que el año anterior, lo que garantiza un margen de maniobra para el riego y la generación de energía.
Cómo se administrará el recurso
Con el nuevo pronóstico oficial en puerta, el Gobierno provincial deberá delinear un plan de distribución que, según anticipan fuentes del sector, será austero y controlado.
El buen estado actual de los diques responde, en parte, a la reducción del volumen de riego aplicada el año pasado y a los períodos de corta durante el invierno, medidas que en su momento generaron críticas, pero que hoy se traducen en reservas más sólidas.
Desde el ámbito agrícola, los productores buscarán obtener el mayor coeficiente posible para sus canales, especialmente ante los altos costos de operar pozos de agua en un contexto económico complejo.
La energía y el norte provincial
Como en cada ciclo seco, las autoridades priorizarán el uso del agua para riego y consumo, relegando la generación eléctrica a un segundo plano. Aunque San Juan forma parte del Sistema Interconectado Nacional y no depende exclusivamente de su energía hidroeléctrica, las presas continúan operando para mantener sus equipos en funcionamiento.
En el norte provincial, el dique Cuesta del Viento, que se alimenta del río Jáchal, también muestra una mejora: pasó de 1.521,9 a 1.525,6 msnm en un año. Además de ser fundamental para el riego de la zona, este embalse se consolida como un atractivo turístico clave.
El estudio de la UNSJ
El informe elaborado por el Programa de Gestión Integral de Cuencas Hidrográficas, Ingeniería Hidráulica y Ambiental de la UNSJ, encabezado por Oscar Dölling, pronostica un escurrimiento total anual de 773 hectómetros cúbicos (Hm³) como valor más probable, frente a los 1.250 Hm³ registrados el ciclo pasado.
Esto implica una reducción del 38% en el volumen de agua del río San Juan para el período octubre 2025 – septiembre 2026, confirmando que la provincia atraviesa una sequía que se profundiza año a año.
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