Alerta por la falta de nieve en cordillera: advierten que el próximo año hídrico podría ser crítico

Desde el Departamento de Hidráulica de San Juan confirmaron su preocupación por el bajo nivel de precipitaciones en la alta montaña. Si no mejora el invierno, el ciclo 2025 podría estar entre los peores de los últimos 25 años.

El reciente informe del Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación para la Gestión Integral del Agua en el Árido (CIGIAA) volvió a encender las alarmas: la falta de nieve en las cuencas altas de los ríos San Juan y Jáchal podría anticipar un año hidrológico entre los más críticos de las últimas dos décadas y media.

Desde el Departamento de Hidráulica confirmaron su preocupación y respaldaron los datos del Cigiaa. Una fuente del organismo explicó que “en comparación con el año pasado, que fue apenas mejor que los anteriores pero aún lejos de lo ideal, hoy estamos peor en cuanto a la acumulación de nieve en cordillera”.

Las imágenes satelitales lo confirman: zonas que deberían estar cubiertas de blanco, hoy aparecen descubiertas. Si bien aún queda parte del invierno y existe la posibilidad de nuevas precipitaciones níveas hasta agosto, el panorama no es alentador. “No hay buenas perspectivas para este año hidrológico”, admitieron desde Hidráulica.

Un invierno sin nieve y el rol del océano Pacífico

El escenario se vuelve más preocupante por las condiciones del océano Pacífico, que, según los especialistas, no están siendo favorables para la generación de nevadas. Y lo que es más inquietante: no se prevé un cambio positivo en el corto plazo.

“Más que nunca, debemos ser cuidadosos con la gestión del agua disponible y muy conscientes de la realidad que enfrentamos”, advirtieron desde el Departamento de Hidráulica. El llamado apunta a reforzar el uso racional del recurso hídrico, que podría volverse aún más escaso si las condiciones actuales se mantienen.

Embalses con margen, pero bajo vigilancia

A pesar del contexto adverso, las autoridades destacaron que los embalses se encuentran, por ahora, por encima de los niveles mínimos de operación. Esto permite cierta flexibilidad en la distribución del recurso. Sin embargo, aclaran que el margen es frágil: “Si no se cuida el uso del agua, esos niveles podrían deteriorarse rápidamente”.

Hidráulica trabaja con valores estratégicos mínimos para cada embalse, lo que permite sostener la operatividad, pero insisten en que la clave está en una administración eficiente para evitar complicaciones mayores en el próximo ciclo.

Escurrimiento acorde a lo previsto

En medio de este escenario preocupante, hay un dato positivo: el escurrimiento de agua en el ciclo 2024-2025 se viene cumpliendo casi exactamente como fue pronosticado.

Según los registros, se esperaba un escurrimiento total de 1.470 hectómetros cúbicos (1.250 para el río San Juan y 220 para el río Jáchal), y al cierre del ciclo, en septiembre, el valor real rondaría entre los 1.255 y 1.260 hm³. “Es una diferencia de apenas un 1 o 2 por ciento respecto al pronóstico, lo cual es excelente”, remarcaron desde Hidráulica. En este tipo de estimaciones, una diferencia del 10% ya es considerada muy buena.

De la sequía hidrológica a la sequía socioeconómica

El Cigiaa alertó también sobre un cambio de enfoque necesario: la sequía ya no es solo un fenómeno ambiental, sino también socioeconómico. La falta de agua no solo afecta al agro, sino también a la industria, el consumo urbano y la matriz productiva de la provincia.

Ante este panorama, el centro científico propone avanzar hacia un modelo de Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH), que contemple cinco líneas de acción clave:

  1. Incrementar la eficiencia del riego.

  2. Elaborar balances hídricos por subcuenca.

  3. Proteger acuíferos y humedales.

  4. Fomentar el reúso de efluentes.

  5. Promover la educación y concientización en el uso del agua.

Desde el Cigiaa insisten en que el agua debe ser tratada como un recurso estratégico, escaso y público. Y que su gestión debe estar guiada por criterios técnicos, científicos, sociales y políticos. En palabras de los especialistas, “el futuro de San Juan se define por las decisiones que se tomen hoy”.

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