Adobe y arcilla: el legado ancestral que hoy impulsa el patrimonio y la industria en San Juan
Utilizado desde tiempos prehispánicos, el adobe —hecho con arcilla, agua y fibras naturales— fue clave en la arquitectura sanjuanina. Hoy, este material ancestral vuelve a ser valorado por su bajo impacto ambiental y su potencial industrial.
Durante siglos, el adobe fue el sistema constructivo predominante en vastas regiones de San Juan. Fabricado con arcilla, agua y paja seca, este material natural no sólo permitió levantar viviendas y capillas, sino que también forma parte del patrimonio histórico y cultural de la provincia.
La arcilla, base del adobe, es un mineral no metálico abundante en San Juan. Se forma por la descomposición de rocas ricas en feldespato, como el granito, y su extracción es de bajo impacto ambiental. Además de su valor en la construcción tradicional, este recurso hoy cobra protagonismo en industrias modernas como la cerámica, la cosmética, la medicina y hasta la tecnología aeroespacial.
Un recurso milenario con múltiples aplicaciones
La arcilla pertenece al grupo de los minerales silicatados y está compuesta principalmente por silicatos de aluminio hidratados. Su estructura le da propiedades plásticas cuando está húmeda y gran dureza al secarse, lo que la hace ideal para la elaboración de:
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Ladrillos y bloques de adobe
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Cerámicas, sanitarios y vajilla
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Mascarillas y productos cosméticos
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Productos médicos con capacidad absorbente
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Nanoarcillas para envases inteligentes y materiales compuestos
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