Acuerdo con el FMI, más ajuste, Mercosur en duda y “reformismo permanente”: cómo sigue el plan económico, según Milei

El presidente anticipó que en los próximos días enviará el acuerdo técnico con el organismo al Congreso y prometió reformas laboral y tributaria con una “competencia de provincias”

El presidente Javier Milei utilizó sus 70 minutos de discurso ante la Asamblea Legislativa para anticipar algunas de las medidas y proyectos de ley que marcarán el plan económico de este año. El que mencionó como más inminente es la resolución de las negociaciones técnicas con el Fondo Monetario Internacional, que será enviada al Congreso para su discusión como requisito para su aprobación en Washington.

Las conversaciones formales con el FMI comenzaron hace tres meses y medio, con perspectiva de ser cerradas durante el primer cuatrimestre del año. El mercado trabaja con un escenario de base de que ese entendimiento tendrá lugar en marzo y el Gobierno apura señales para mostrarle a los inversores que el apretón de manos definitivo está cerca, en un contexto de clima financiero adverso en las últimas semanas que se exterioriza en un riesgo país al alza y una caída del Merval superior al 20% en los últimos 40 días.

Milei, en ese sentido, anticipó el envío de ese proyecto de ley –los acuerdos con el FMI deben pasar por el parlamento por la Ley 27.612, de Fortalecimiento de la sostenibilidad de la Deuda Pública que empujó el exministro Martín Guzmán– y pidió que los diputados y senadores lo apoyen. Todavía no se conoce qué hoja de ruta planteará el oficialismo para esa discusión. La secuencia debería ser, en primer lugar, el acuerdo técnico con el staff, luego la sanción de la ley en el Congreso argentino y, por último, la aprobación en el board del organismo multilateral. En el último acuerdo, el Extended Fund Facility de 2022, todo el proceso parlamentario y en el directorio duró unos 20 días.

“El dinero que ingrese del FMI, el Tesoro lo utilizará para cancelar parte de su deuda con el Banco Central. Al mismo tiempo, se podría objetar que si bien la deuda bruta permanece constante, hay un cambio en el acreedor”, dijo Milei, lo que da a entender que utilizará los dólares que eventualmente envíe el Fondo para que el Tesoro recompre las Letras Intransferibles que le adjudicó al BCRA, lo que no implicaría un aumento en el endeudamiento, pero sí un cambio de acreedor: en lugar de tratarse de deuda intra-Estado, sería entre el Tesoro y el FMI.

“Este nuevo acuerdo nos brindará las herramientas para allanar el camino hacia un esquema cambiario más libre y eficiente para todos nuestros ciudadanos y para poder atraer mayores inversiones que se traduzcan en menor inflación, mayor crecimiento y nivel de empleo, con las consecuencias mejores salarios que implican menor cantidad de pobres e indigentes”, agregó el Presidente.

Por otra parte, Milei adelantó otros lineamientos del plan económico para este año. Entre ellos, habló de un “reformismo permanente”, que incluiría reformas de fondo para cuestiones como la regulación laboral o el sistema impositivo, aunque reconoció que podrían tratarse cuando quede configurado el nuevo Congreso luego de las elecciones legislativas de este año.

Sobre la reforma tributaria, el Ministerio de Economía aún afina los aspectos técnicos, en manos de un grupo de funcionarios del Palacio de Hacienda y que también contó con consultas a especialistas en materia tributaria de estudios privados. En los despachos oficiales aseguran que la oportunidad en la que se presentará finalmente la propuesta al Congreso no se decidirá en Economía y miran más bien a la Casa Rosada.

No es la primera vez que el equipo económico anticipa una medida de esta naturaleza. A comienzos de año, el Poder Ejecutivo había planteado la posibilidad de enviar una iniciativa en esta línea al Congreso en 2024, pero la decisión fue postergarla para este año. El propio proyecto de presupuesto 2025, luego desechado, preveía “la revisión de esquemas tributarios y la eliminación de imposiciones que distorsionan el mercado, fomentando así la competitividad y facilitando la inversión privada”.

En reuniones ante diputados, funcionarios del Ministerio de Economía anticiparon que la meta a grandes rasgos será equiparar para el resto de la economía lo que hoy son beneficios tributarios para las empresas que ingresen al RIGI. Una idea que sobrevuela es que haya una reducción en la cantidad de impuestos sin que el fisco tenga que resignar recaudación de manera considerable porque apuntaría a los tributos que reporten ingresos de manera marginal. Llegó a hablar de reducir –en cantidad– el 90% de los impuestos que integran el sistema tributario.

Una reforma tributaria formó parte de las conversaciones durante meses con el FMI. En el último informe técnico publicado, en enero, los técnicos del organismo listó a esta medida dentro de los objetivos estructurales del programa que empezó en marzo de 2022 y que finalizó en diciembre pasado. “Elaborar y publicar un proyecto de propuesta para mejorar la eficiencia, la equidad y la simplicidad del sistema tributario, incluso reorientándolo hacia impuestos distorsionantes sobre el comercio y las transacciones financieras”, estipuló como meta el FMI.

En ese sentido, en el plano fiscal, el FMI reconoció la transición rápida hacia el superávit que decidió el gobierno libertario, aunque hizo objeciones sobre el perfil de ese ajuste y cómo debería ser en adelante. “Para mantener y consolidar los avances iniciales en la estabilización probablemente será necesario ampliar el esfuerzo de reforma fiscal y mejorar aún más las condiciones sociales para fortalecer la aceptación de la población”, escribieron los técnicos.

Milei planteó que también buscará una suerte de “competencia de provincias”: que el Gobierno nacional podría traspasar el cobro de algunos impuestos que hoy hace la Nación en nombre de las provincias, y que establecerá pisos bajos para que las gobernaciones sean las que deciden si aplicarán alícuotas adicionales. Esa idea de competencia respondería a que las provincias tendrían que decidir si subir la presión impositiva en sus territorios a riesgo de que haya menos inversiones.

En otro tramo, el jefe de Estado aseguró que la Argentina debería estar dispuesta a flexibilizar su participación en el Mercosur o incluso abandonarlo con tal de avanzar hacia un tratado de libre comercio con los Estados Unidos. Pero incluso fue más allá y cuestionó el propio espíritu del bloque regional, sobre el que aseveró que “solo ha beneficiado a los industriales brasileños en detrimento de la economía argentina”.

El Mercosur establece que sus países miembros deben negociar acuerdos comerciales de manera conjunta, bajo el principio de política comercial común que rige al bloque desde su creación. Esta norma quedó formalizada en el Protocolo de Ouro Preto, de 1994, que regula el funcionamiento institucional del Mercosur y establece que los acuerdos de libre comercio con otros países o bloques deben contar con el consenso y la participación de todos los Estados parte.

Por último, reiteró que el gasto público sufrirá otro ajuste y que insistirá con la idea de llevar el gasto público consolidado (Nación, provincias y municipios) hasta un 25% del PBI, como había sido propuesto en el Pacto de Mayo.

Fuente; Infobae

Rivero. C

 

Los comentarios están cerrados.