Actividad económica: cuáles fueron los sectores que más cayeron en 2024 y por qué el Gobierno espera un repunte en 2025

El consumo, la construcción y la industria fueron los más afectados a lo largo del 2024. El equipo económico ahora cree que el 5% estimado de recuperación para este año es “un piso”

El Gobierno estimó que la economía terminó el 2024 con una caída del PBI menor a 3%, una magnitud más baja de la esperada por el consenso del mercado, y que este año el repunte será más vigoroso. Eso en un contexto en el que hay sectores decisivos de la actividad económica que terminaron el año pasado con fuertes caídas, entre ellos la industria, la construcción y el consumo.

Una actualización de las proyecciones del equipo económico sobre la marcha de la economía se pudo ver en el último informe del Fondo Monetario Internacional, que si bien no se trató de una de las clásicas revisiones técnicas trimestrales, también versó aunque con un menor grado de detalle sobre la situación económica actual.

“Las variables económicas y financieras indican que el programa de estabilización y reforma de Argentina ha tenido éxito en todos los ámbitos. Está funcionando en línea con las expectativas de las autoridades y superando las previsiones del mercado y de los analistas”, consideró el equipo económico en un apartado en el que el FMI publica los comentarios y opiniones de los funcionarios de cada país.

“A pesar de un ajuste fiscal sin precedentes, el impacto en la producción y el empleo ha sido más leve de lo esperado, especialmente si se compara con la historia de Argentina y los programas de ajuste de otros países. La inflación ha caído más rápido de lo previsto en el programa”, señalaron los funcionarios argentinos encargados del ida y vuelta con el Fondo.

“El ajuste fiscal del 5% del PIB evitó una gran depresión económica y una hiperinflación. Se prevé que la producción económica se contraiga menos del 3% en 2024, significativamente menos de lo previsto inicialmente”, planteó el Gobierno en otro pasaje. “La actividad económica tocó fondo en abril y ahora está en marcha una recuperación plena. El PBI creció un 3,9% en el tercer trimestre, un sorprendente 16,6% anualizado. Se prevé que la economía crezca al menos un 5% en 2025 y 2026″, concluyeron.

Ni el equipo económico ni el FMI blanquearon en algún documento oficial que el crecimiento del PBI esperado para 2025 sea mayor que ese 5 por ciento. Este viernes el Fondo Monetario publicará una actualización de sus estimaciones globales económicas y podría dar una pista sobre si ese fue un tema de acuerdo entre Buenos Aires y Washington.

Los datos finales de la variación del Producto Bruto de 2024 se conocerán recién a mediados de marzo, con algún anticipo con el EMAE de diciembre, a fines de febrero. Existen, de todas formas, algunos datos anticipados y más acotados -al tratarse de números sectoriales relevados y elaborados por las propias cámaras- que dejan saber cómo fue la última foto de actividad del año pasado.

“Los indicadores de actividad económica siguieron arrojando en su mayoría variaciones positivas en las series mensuales desestacionalizadas de diciembre y ya dan casi todos positivos en términos interanuales (la gran excepción es la construcción)”, mencionó en un informe reciente la consultora financiera 1816.

Entre esos indicadores con interanuales que se dieron “vuelta” en diciembre tras atravesar casi todo el 2024 en rojo enumeraron la recaudación de IVA (6,7% interanual), impuesto al cheque (12%), Producción de autos, ventas minoristas pyme. El Índice Construya (-6,6%) y de producción de cemento (-5,5%) siguen con cifras negativas incluso en comparación con aquel diciembre de desplome.

El consumo y las ventas de comercios fueron dos de las actividades más afectadas por la recesión del 2024. EFE

La dinámica mensual es heterogénea y no impacta de manera similar en todos los sectores. LCG recogió, por un lado, que “si bien el crecimiento de dos sectores relevantes para la economía resulta auspicioso”, también hay que considerar que “los índices desestacionalizados siguen sin mostrar una recuperación contundente, especialmente en el sector de la construcción”.

“En los últimos cuatro meses, la construcción promedió una caída de 0,9% mensual en tanto que la industria tuvo un crecimiento marginal de apenas 0,9% por mes. Para diciembre, avizoramos otro mes de recuperación leve (alrededor de 1%) para la construcción, consistente con una caída anual de 11,3%. Para la industria, estimamos un crecimiento mensual de 2% y una suba anual de 9,5%”, estimó un informe de esa consultora.

Estos dos sectores son, precisamente, dos de los que tuvieron los derrumbes más marcados en 2024, tal como lo exhibió la Fundación Mediterránea. “El sector que mayor nivel de caída llegó a acumular fue la construcción (-24% respecto de noviembre 2023), seguido por la industria (-14%) y el comercio (-12 por ciento)”, listaron. “Durante el año, la actividad económica general cayó hasta 4,5% respecto de noviembre 2023″, indicó esa entidad.

Entre los más beneficiados en un contexto general de caída fueron la minería, agricultura y ganadería, intermediación financiera y actividades inmobiliarias y empresariales, “al ubicarse por encima del nivel de actividad previo al comienzo de la gestión de gobierno”, planteó la Mediterránea.

La actividad económica tiene sectores muy rezagados en un contexto de recuperación general. REUTERS

El consumo, que explica una parte muy relevante del PBI, terminó el 2024 con un marcado retroceso, una característica que arrastró a lo largo de todo el año. El consumo masivo cayó un 18% interanual en diciembre y acumuló una retracción del 13,9% en 2024. Aunque la caída fue menor, el año pasado se ubicó como uno de los peores de las últimas dos décadas.

Esto se desprende del último informe de Scentia. La comparación se realiza frente a un período complejo, como fue diciembre de 2023, marcado por la devaluación y una aceleración inflacionaria del 25,5 por ciento, por lo que la caída interanual fue más moderada; en los meses anteriores, las bajas oscilaron entre el 20 y el 22% debido a bases de comparación más altas.

Otro aspecto menos comentado es el de la disparidad geográfica, algo que también analizó ese centro de estudios. Tres elementos explicaron la heterogeneidad en las provincias: el nivel de exportaciones, la dependencia de fondos nacionales y la política fiscal provincial.

“Sobre la base de estos determinantes diferenciadores, en un mal año 2024, se puede mencionar que Neuquén junto con Río Negro presentaron mejores indicadores de actividad. Mientras, no fue un tan mal año para las provincias grandes, y sí le fue peor a la mayoría de las norteñas”, fue la conclusión.

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