A pesar de la tensión con los aliados, el Gobierno cerró el año legislativo con un control casi total de la agenda

La Libertad Avanza logró frenar las embestidas de la oposición para rechazar el DNU 846 y las presiones de los gobernadores por el Presupuesto. Sin confrontar, dio un apoyo insuficiente a iniciativas del PRO y la UCR

Sin Presupuesto, sin Ficha Limpia, sin Reforma Sindical y sin rechazo al DNU de la deuda, el oficialismo logró mantener hasta el final de las sesiones ordinarias del Congreso un control casi total de la agenda, pero tensionando al máximo con sus habituales aliados.

En la última semana del año legislativo se habían acumulado cuatro convocatorias para sesionar en la Cámara de Diputados con temas que despertaban poco interés en el oficialismo o directamente eran considerados “líneas rojas” que no se debían cruzar.

Justamente esa expresión habían utilizado para advertir a los gobernadores que cualquier colaboración con la iniciativa para rechazar el DNU 846 sería considerada como una “declaración de guerra” por la Casa Rosada.

Ese decreto le permite al ministro de Economía, Luis Caputo, reestructurar la deuda en moneda extranjera sin pasar por el Congreso y esquivar algunos de los requisitos de la Ley de Administración Financiera. Renegociar los vencimientos del año que viene es un punto fundamental del programa económico y justamente por eso Unión por la Patria, Encuentro Federal y Democracia para Siempre -los últimos dos cada vez menos dialoguistas- apostaban a voltear el decreto como una forma de obligar a Milei a negociar el Presupuesto. Si Caputo no podía hacerlo vía DNU, necesariamente tiene que incluir una cláusula similar en el Presupuesto.

El primer intento fue la semana pasada. Pero la injerencia de los gobernadores, que “bajaron” diputados de todos los bloques (incluso del peronismo) fue decisiva para que la sesión quedara pospuesta.

Los gobernadores confiaban en que, tras esa muestra de buena voluntad, los funcionarios de la Casa Rosada iban a hacer concesiones en algunos de los cinco puntos clave que venían reclamando en el Presupuesto. Sin embargo, el jueves de la semana pasada no hubo ningún acuerdo en la comisión de Presupuesto y su titular, José Luis Espert, directamente canceló futuras reuniones.

Los gobernadores hicieron saber su malestar y la oposición más intransigente vio la oportunidad de volver a la carga. De hecho, durante el último fin de semana se sucedieron los pedidos de los mandatarios provinciales para ser recibidos en la Casa Rosada y tampoco hubo respuesta oficial.

Sin embargo, las provincias optaron nuevamente por evitar la confrontación directa y este martes volvieron a dejar sin quórum la sesión. De esta manera, dejaron pasar la última oportunidad para poder presionar por vía legislativa al Gobierno, que por estas horas evalúa si incluye el Presupuesto en las sesiones extraordinarias.

Bancada del PRO (Adrián Escandar)

Según pudo saber Infobae, lo más probable es que el plan de gastos directamente no se trate durante el verano. Y en caso de ser incluido en el temario -que depende exclusivamente del Poder Ejecutivo- no se aceptarán ninguno de los reclamos de los gobernadores (deudas con cajas previsionales, coparticipación del impuesto a los combustibles, devolución de los fondos destinados a ARCA, redistribución de los fondos para Aportes del Tesoro Nacional y compensación del Pacto Fiscal de 2017). Un escenario “win-win” para el Gobierno.

Ese mismo día, pero más temprano, el oficialismo había dejado caer la convocatoria de la UCR a debatir un proyecto de “democratización” de los sindicatos. La iniciativa que impulsaba Martín Tetaz (no tenía dictamen) eliminaba la reelección indefinida de los gremialistas, prohibía la cuota solidaria que sostiene “la caja sindical”, garantizaba la representación de las minorías en los cuerpos deliberativos y directivos de los sindicatos, obligaba a presentar declaraciones juradas y fijaba medidas para “democratizar las obras sociales”.

La idea de chocar con los sindicatos no despertaba ningún entusiasmo en La Libertad Avanza, especialmente luego de que la CGT descartara la posibilidad de hacer un paro general por lo menos hasta el año que viene y de que se alejara de su cúpula Pablo Moyano, uno de los dirigentes más combativos. El Gobierno eligió retacear el apoyo al radicalismo antes que quebrar el diálogo con los gremios.

En la misma línea, la estrategia electoral de polarización con el kirchnerismo de cara a las legislativas del año que viene se impuso sobre los deseos del PRO, que intentó avanzar con su proyecto de Ficha Limpia, que impide ser candidato a cargos nacionales a los condenados por corrupción en segunda instancia.

Las discusiones en el recinto luego de que se cayera la sesión por Ficha Limpia (Adrián Escándar)

El jefe de Gabinete Guillermo Francos había advertido que coincidía con la “sustancia” del proyecto pero no con la “circunstancia” dado que podría verse como una maniobra para proscribir a Cristina Kichner, la principal referente de la oposición que hace dos semanas recibió la confirmación de una pena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua a ejercer cargos públicos en la causa Vialidad.

Para que no quedaran dudas, ocho diputados libertarios y tres integrantes de la bancada del PRO que responden a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, estuvieron ausentes en la sesión, haciendo imposible llegar al quórum.

Referentes del PRO como Cristian Ritondo y el propio Mauricio Macri no ocultaron su enojo con la Casa Rosada por la falta de compromiso. “Hoy quedaron flotando preguntas inquietantes y profundas para el futuro de la Argentina: ¿queremos o no queremos un país sin corrupción?”, se preguntó el ex presidente en sus redes sociales.

Ante la consulta de Infobae, cerca de Martín Menem aseguraron que hay “cero” posibilidades de incluir este tema en las sesiones extraordinarias, que hasta el momento solo tendrán como protagonista a la eliminación de las PASO, otro proyecto rechazado por el PRO.

No obstante, la decisión de LLA no sólo tendrá efectos electorales sino que también despejó el camino para que Martín Menem sea reelecto presidente de la Cámara de Diputados. Desde ayer circularon versiones de que el peronismo había amenazado con quitarle su apoyo en caso de que se aprobara el proyecto de Ficha Limpia. Si bien tanto el jefe de bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez, como el entorno de Menem negaron cualquier tipo de amenaza, ahora se descarta que el kirchnerismo mantendrá la misma posición que el año pasado: el titular de la Cámara, cuarto en la línea de sucesión presidencial, debe pertenecer al oficialismo.

El riojano se afianzó durante la segunda mitad de año como referente libertario a nivel nacional al haber acompañado a la hermana del Presidente, Karina Milei, en el proceso de conformación de LLA como partido unificado.

Ahora solo resta esperar a la convocatoria a sesiones extraordinarias para ver si el Poder Ejecutivo solo incluye la reforma política y la eliminación de las PASO o sorprende sumando alguna iniciativa fuera de agenda.

Fuente: Infobae

Rivero. C

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