Senado: expectativa por pedidos de cambios de la oposición dialoguista a la Ley Bases y el paquete fiscal

El debate en comisiones continuará entre mañana y el miércoles. El escenario más optimista prevé firma de dictámenes para el jueves. Alerta por la incorporación de “otros temas” alejados de ambos proyectos

A la espera de las abultadas sugerencias de cambios finales que le presentará la oposición “dialoguista” al Gobierno libertario en las próximas horas, el plenario de las comisiones de Legislación General; Presupuesto y Hacienda; y Asuntos Constitucionales del Senado continuará desde mañana con el debate de la ley Bases y el paquete fiscal. Todo, bajo un clima de mezcla entre expectativa y tensión por el destino de las negociaciones de la Casa Rosada con legisladores que se convirtieron en trascendentales para salvar ambas iniciativas.

Tras 20 días de aterrizada la discusión en la Cámara alta, los dictámenes aún están lejos de convertirse en realidad y el panorama se complejiza aún más a medida que transcurren las jornadas, con un bloque de entre 8 y 10 senadores dispuestos a forzar al oficialismo a aceptar varias modificaciones. Incluso, se animaron a pedir otras cuestiones alejadas de ambos proyectos.

Alguna bandera quizás tengamos que entregar”, reconoció a Infobae una persona al tanto de las conversaciones más serias. Es decir: la oposición dialoguista no sólo demandará retoques varios en los textos, sino que se siente en condiciones de imponer la incorporación de temas como los presupuestos universitarios, la obra pública y la recomposición a los jubilados. El último punto se recalentó la semana pasada en Diputados.

Desde hoy y, en modo exprés, el Gobierno tendrá que hacer frente a los reclamos sobre el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), el blanqueo, las facultades delegadas, la desactivación de la moratoria previsional, el monotributo social y las privatizaciones -se juntan críticas sobre Aerolíneas-, entre otras cuestiones. Ni hablar del artículo sobre Ganancias, que hoy tiene votos de sobra para el nocaut.

Quien continuó en los últimos días con frenéticas bilaterales fue la vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel. El Gobierno primero intentó tabicarla y, a los 12 días de diálogos sin rumbo, tuvo que retomar los cónclaves con legisladores y gobernadores. La definición pasa ahora por cuán receptiva estará la Casa Rosada para aceptar cambios. La oposición dialoguista ultima la escritura formal de artículos que solicitará al Gobierno. Y Javier Milei tendrá la última palabra.

La opción más optimista de los senadores libertarios, que comanda Ezequiel Atauche -presidente de la comisión de Presupuesto-, apunta a obtener los dictámenes el jueves. Una parte de la oposición dialoguista coincide -con seguras disidencias parciales-, aunque el trabajo fino de saber hasta dónde cederá el Gobierno con las modificaciones tendrá que ser ágil y sin fallas.

El objetivo más importante para el oficialismo es obtener las firmas de los despachos. Allí hay radicales, peronistas disidentes y silvestres provinciales que no coinciden, entre ellos, con las sugerencias de retoques. Por eso la enmarañada tarea que tienen los libertarios por delante. Al mostrarse receptivos con los intereses de uno, pueden enojar a otro. Por momentos, lo más cercano a una trampa.

Una vez que se consigan los despachos en cuestión, el Gobierno y la bancada libertaria tendrán que realizar un peinado fino sobre eventuales votaciones artículo por artículo, con el fin de prever potenciales traspiés en el recinto de la Cámara alta. Un caso sería Ganancias. Para que no sea dramático, el oficialismo necesitará que las adversidades no sean con dos tercios. Si no, resultará imposible insistir con la versión original en Diputados, cuando vuelvan las leyes en segunda revisión.

Lo que por ahora no se percibe es un mínimo trabajo en espejo con la Cámara baja. Es decir, un enlace entre fuerzas que votan en ambos lados del Congreso para evitar un papelón mayor. “¿Llegó al Senado después de cinco meses de tratamiento en Diputados y ahora se la quiere cambiar tanto? ¿No hablan entre los bloques? ¿Y qué va a pasar cuando regrese? ¿Hay compromiso para que no aparezca un martes 13? Se quejan de nuestros silencios y falta de gestión y, cuando conviene, desaparecen”, deslizó un legislador libertario a este medio.

Si la búsqueda de consensos fracasara, el oficialismo no sólo se expondrá a un vendaval de internas -como ocurrió en Diputados-, sino que dejará el camino abierto a una firma de dictámenes riesgosa, con un kirchnerismo que quedaría en condiciones de lograr la mayoría en el plenario para ir al recinto y rechazar ambos proyectos. “Eso nunca va a pasar. Pero si se tensa la cuerda, habrá artículos con dos tercios y se puede complicar todo”, sostuvieron desde otro despacho.

Fuente: Infobae

Rivero. C

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