La situación, según las autoridades, puede empeorar en los próximos meses y afectar seriamente lo académico.
El presupuesto asignado por el gobierno nacional se divide principalmente en dos áreas: el 90% se destina a los salarios de los más de 4.000 trabajadores, dejando solo un 10% para cubrir los gastos de funcionamiento. Sin embargo, con el aumento de las tarifas de servicios básicos, el dinero disponible para otros fines se ha reducido drásticamente. Antes, el 8% se utilizaba para servicios, pero ahora, con la subida de tarifas, este porcentaje se ha elevado al 40%, dejando un 32% menos para otros usos.
Para compensar esta reducción, las facultades y escuelas han tenido que reducir al mínimo los arreglos, obras, actividades que implican pagar horas extra y la compra de equipamiento. Esto afecta directamente a la calidad y el desarrollo de las actividades académicas y de investigación.
La marcha de hoy, que se realizará en todo el país, se llevará a cabo en San Juan a las 17 horas desde la Facultad de Filosofía. Las autoridades de la UNSJ han expresado su preocupación por el impacto que ha tenido la inflación en los gastos, especialmente en los servicios básicos, cuyos costos han aumentado significativamente por encima del índice del Indec.
A pesar de los aumentos salariales anunciados, que solo se aplican a los gastos de funcionamiento, la universidad enfrenta una brecha cada vez mayor entre los costos reales y los recursos disponibles. Esto ha llevado a una paralización en muchos proyectos y actividades, desde investigaciones hasta programas de extensión comunitaria.
La tensión se extiende a nivel nacional, donde más de 2 millones de estudiantes en las 57 universidades nacionales enfrentan la misma crisis presupuestaria. El reclamo por el congelamiento de fondos y la baja en el valor real de los salarios ha generado críticas y preocupaciones sobre el futuro de la educación pública superior en Argentina.
Op: Juan Llarena
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