San Juan fue testigo una vez más del espíritu indomable y la determinación de Sebastián Fernández, un atleta de 48 años que se embarcó en su tercer desafío Ironman 70.3 en la provincia. Su historia es un testimonio de superación y la búsqueda incansable de alcanzar metas personales.
Para comenzar, Sebastián detalló como fue el primer tramo de la carrera. “Llegamos muy temprano al dique Punta Negra, salimos desde mi casa, nos juntamos mi grupo de amigos que son los que me ayuden, me asisten, me acompañan. Salimos cinco de la mañana desde mi casa, así que estuvimos muy temprano ahí en el Punta Negra, para estar con tiempo, para preparar todo lo que es la primera etapa del Triatlón, que es la natación.”
Sebastián, compartió detalles emocionantes sobre su experiencia en la carrera, comenzando con el desafío inicial de la natación en Punta Negra. Describió cómo las inclemencias climáticas, particularmente el viento, afectaron cada brazada y desafiaron su resistencia. “Los que no nos dedicamos particularmente a esa disciplina nos costó un montón, porque nos tiraba el viento para el costado, a mí me hizo hacer mucha más fuerza en la curva. En la primer bolla ya lo encontrabas al viento de frente, así que te tiraba para atrás, y el retome para para el embarcadero nos tiraba para el otro costado, así que durante toda la natación sufrí un montón. Me costó muchísimo. De hecho hice veinte minutos más del tiempo. Que yo normalmente había estado entrenando durante enero, febrero y marzo, y en carrera hice veinte minutos menos. Normalmente en carrera uno con la adrenalina y con todo el entusiasmo y todo siempre baja los tiempos de los entrenamientos.”
El punto crítico para Fernández fue la bicicleta, donde enfrentaba la presión de recuperar el tiempo perdido en la natación para cumplir con el límite de tiempo de la carrera. A pesar de las condiciones desfavorables, Fernández se lanzó con determinación, aprovechando su entrenamiento en condiciones adversas para superar los desafíos del circuito.
“El punto complicado mío es la bicicleta y tenía dos fusibles del circuito que los tenía que hacer si o si bien para poder entrar dentro del tiempo límite que establece la organización para esta carrera, que son 4 horas 20 minutos. Yo lamentablemente había perdido veinte minutos en el agua, así que tenía que tratar de descontar un poco en la bicicleta, sali a tope desde el principio, no hubo ni un minuto de descanso, porque en muchos lugares me tocó el mismo viento del agua.”
“Gracias a dios lo pude entrenar y gracias a Dios también pude perder solamente veinte minutos y no quedar descalificado porque fue también parte de mi entrenamiento en condiciones no apropiadas o no agradables, buscando siempre el mal clima para entrenar en ese mal clima cosa de que si tocaba en carrera poder estar preparado. Me tocaron días de muchísimo calor, días de viento zonda, días de viento sur, igual salía en bicicleta, en la silla de maratón sin importarme si estaba lloviendo, tenía que cumplir el entrenamiento y en condiciones extremas me servía mucho.” Agregó Sebastián.
El apoyo de su equipo de amigos y colaboradores fue fundamental para mantener su motivación en alto durante toda la carrera. Además, el aliento de los sanjuaninos a lo largo del circuito fue una fuente de inspiración inigualable, demostrando el espíritu de comunidad que impulsa a los atletas a dar lo mejor de sí mismos. “En definitiva, logré pasar la línea de llegada en tiempo, ese era el objetivo, terminarla sin ser descalificado. Pude cumplir gracias a Dios un tercer ironman 70.3, sin duda que en esto tuvo que ver mi equipo de amigos, colaboradores, quienes se sumaron a apoyarme todo el tiempo en distintos lugares del circuito, y a tirarme referencias de cómo iba. También sin duda, el apoyo de todos los sanjuaninos en la calle a medida que avanzaba la carrera, sin conocerme me gritaban que ya no quedaba nada, todo eso se siente y colabora para para darlo todo.”
Fernández logró cruzar la línea de meta en tiempo, cumpliendo su objetivo de completar su tercer Ironman 70.3. Su historia es un testimonio inspirador de perseverancia, determinación y la capacidad de superar obstáculos para alcanzar el éxito. “Bajar el total final de ocho horas era el objetivo de este año en Ironman. La bicicleta era donde más tiempo podía bajarme, porque es donde más me había entrenado. En años anteriores había sido mi punto más débil, pero así y todo logré en entrenamientos también reducir prácticamente veinte minutos los tiempos que había hecho en los en los Ironman anteriores”
Fernández logró cruzar la línea de meta en tiempo, cumpliendo su objetivo de completar su tercer Ironman 70.3. Su historia es un testimonio inspirador de perseverancia, determinación y la capacidad de superar obstáculos para alcanzar el éxito. Al cerrar, Fernández enfatizó la importancia de mantener estas competencias en la provincia. “Es muy importante que se sigan realizando estas competencias en nuestra provincia, es la forma de que se San Juan se conozca en el mundo, estuve en contacto con mucha gente del exterior que estaban maravillados con los paisajes que tenemos. Es un ambiente único para esta competencia.”
Por: Rodo Galdeano
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