La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, terminó de decidirse y echó al jefe de la Casa Militar, Alejandro Guglielmi, que ocupó ese delicado cargo destinado a resguardar el bienestar de los jefes de Estado durante los mandatos de Mauricio Macri y Alberto Fernández. No hubo una comunicación oficial, pero en la Casa Rosada lo confirmaron e incluso mencionaron el nombre del coronel Sebastián Ibáñez como posible sucesor.

En reserva, fuentes oficiales deslizaron que la hermana del Presidente quería que ese lugar lo ocupara alguien de su confianza, por lo que decidió relevar a Guglielmi, que provenía de las anteriores gestiones.

Por: Graciela Herrera