Nueva invasión de mosquitos y alerta por dengue: cómo prevenirlo y cuándo acudir al médico
Mientras que lentamente se disipa la ola de mosquitos que invadió la zona del Área Metropolitana tras las últimas tormentas, los casos de dengue siguen en aumento.
De acuerdo con el último Boletín Epidemiológico Nacional, en lo que va de la temporada (desde fin de julio hasta comienzos de febrero) se registraron en Argentina más de 48.000 casos de dengue mientras que, en el mismo período de la temporada previa, se habían registrado menos de 1000 casos acumulados. En las últimas horas, además, se detectaron brotes en más de una decena de municipios bonaerenses y la situación fue declarada de «alto riesgo» en la Ciudad de Buenos Aires.
No obstante, los infectólogos del Hospital de Clínicas advierten que hay subregistro de casos y los casos asintomáticos son frecuentes. Por eso, es necesario reforzar la concientización sobre las principales medidas para frenar su transmisión y propagación.
El cambio climático, otra vez
Según indican estos expertos, el cambio climático ha permitido que el mosquito pueda adaptarse a nuevas zonas como ocurrió, por ejemplo, en algunos países de Europa y en la Ciudad de Buenos Aires, donde hasta hace unos años no se registraban infecciones autóctonas de enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes Aegypti. Actualmente, se ven cada vez más casos en el centro del país (CABA, provincia de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe), aunque la mayor incidencia sigue siendo en el norte donde además, de acuerdo a la cartera nacional, se detectó la persistencia de casos durante la temporada invernal.
«La propagación del mosquito en Argentina puede relacionarse con múltiples factores: deficiencias en el saneamiento ambiental (manejo de residuos sólidos y agua residual); falta de concientización en la población; campañas de prevención insuficientes y en época inadecuada, ya que ‘descacharrizar’ debe fomentarse en época invernal para que el mosquito hembra no encuentre nichos (elementos con agua estancada) donde depositar los huevos en época de calor; circulación de más de un serotipo de dengue y desafíos en el diagnóstico clínico por los síntomas inespecíficos», explica la Dra. Mónica Foccoli, Jefa a cargo de la División Infectología del Hospital de Clínicas.
Los principales síntomas
Aunque la mayoría de las infecciones por el virus Dengue son asintomáticas o generan manifestaciones leves, en algunos casos puede agravarse e incluso ser letal. Los síntomas más frecuentes son:
1 – Fiebre (mayor a 38.5°C),
2 – Cansancio
3 – Dolores de cabeza y detrás de los ojos,
4 – Dolor muscular y en las articulaciones
5 – Lesiones en la piel (tipo sarpullido) con importante picazón,
6 – Diarrea
7 – Aunque menos frecuente, también pueden presentarse el sangrado por nariz o encías.
La consulta médica debe realizarse ante la aparición de fiebre en personas que residen o han transitado en zonas de transmisión activa de virus o con presencia del mosquito Aedes Aegypti, dentro de los 15 días previos al inicio de los síntomas.
Las medidas de prevención
El virus del dengue puede afectar a cualquier edad y la gravedad puede estar relacionada con las comorbilidades de los pacientes, la re-exposición a otro serotipo del virus y en raras ocasiones con la infección por DEN2. Por eso se deben incentivar las siguientes medidas de prevención:
1 – Eliminar los posibles criaderos de los huevos de mosquitos que, según los especialistas, deben iniciarse en invierno:
2 – Descacharrizar: evitar todos los elementos que puedan contener agua estancada (como neumáticos viejos, troncos rotos, recipientes sin uso, etc).
3 – Manejar adecuadamente elementos con agua estancada para evitar larvas y pupas, que son etapas evolutivas del mosquito: porta-macetas (ej.: colocarles arena), plantas en agua o floreros (cambiar frecuente el agua y cepillar internamente el recipiente), piscinas (colocar peces larvífagos, como madrecita, o sellos con Bacillus thuringiensis).
4 – Cuando el mosquito llega a la etapa adulta utilizar adulticidas (insecticidas en aerosol o espirales) durante el día, especialmente al amanecer y al anochecer, y mosquiteros.
5 – Cuidados personales: para minimizar la exposición individual durante las actividades al aire libre:
6 – Utilizar repelentes tópicos en la piel expuesta
7 – Utilizar Citronella en los niños entre 2 meses y 2 años, aplicada por el adulto con cuidado
8 – En menores de 2 meses solo se puede utilizar tul en la cuna o en el cochecito
9- Usar camisas y pantalones de manga larga y colores claros
Con respecto a la vacunación contra el virus, que actualmente está disponible sólo en el sector privado, la Dra. Foccoli sostiene que es un elemento más de prevención y siempre debe estar asociada a las medidas de control y prevención mencionadas. Agrega que «por las características de la vacuna, que contiene virus atenuado, no todas las personas pueden recibirla y requieren de una consulta médica previa».
Los comentarios están cerrados.