El aumento en el valor del combustible, el incremento en los servicios y los acuerdos paritarios para los empleados de la carne han sido factores que han impactado de lleno en el precio de la carne vacuna y han provocado una disparada en los valores, al punto de escalar un 15 por ciento durante las últimas dos semanas. En ese marco, desde el sector que se dedica a la comercialización del producto cárnico dijeron que las ventas vienen resentidas desde el año pasado, pero que la caída se profundizó aún más en enero y febrero, lo que significó una disminución en el consumo de alrededor de un 30 por ciento en promedio, con respecto a diciembre pasado.
Claudio Silva, propietario del frigorífico «Don Iñaki», comentó que si bien en su comercio han mantenido la concurrencia de las personas, esto ha sido porque han tratado de frenar el aumento que ha tenido la media res, absorbiendo parte del costo. Así, explicó que, en promedio, el kilo de carne en gancho ha tenido un aumento de unos $600, lo que en góndola significa unos $1200 por kilo en cada corte, ya que siempre se lo tiene que multiplicar por dos. De esa forma, Silva dijo que, en su caso, sólo ha podido subir $800 de modo que no sea un impacto tan brusco para los clientes. Ante la fluctuación de precios, el comerciante indicó que las personas se vuelcan a cortes que son «más rendidores», como la carne molida o la blanda especial. Por eso, explicó que lo que más se nota es una disminución en el consumo de carne para asado que, en estos últimos dos meses, cayó en un 35 por ciento.
Antonio Parra, de Frigoríficos Parra, comentó que, días atrás, hubo un pico en el incremento de la carne, que la llevó a escalar en un 20 por ciento. No obstante, destacó que sus proveedores retrocedieron alrededor de un 8 por ciento los valores que habían aplicado. En sintonía con Silva, Parra señaló que la venta viene en baja y que, a nivel interanual, les significó una caída del 25 por ciento. Frente a eso, comentó que durante los dos meses anteriores se notó un freno en la compra debido a que esta época del año coincide con «el inicio del ciclo lectivo y la compra de útiles escolares tiene gran incidencia en el gasto de la canasta familiar. Entonces, la familia tipo saca de donde puede para poder comprar las cosas para la escuela». El comerciante también destacó que la pérdida del poder adquisitivo se ha visto reflejado, además de la caída en el consumo, en la elección de los cortes, ya que los que menos se venden son aquellos que tienen hueso. Así, dijo que cuando en «otros años en época de verano el asado significaba el 25 por ciento de los ingresos, este año no vimos lo mismo».
Jorge Icazati, gerente de Frigorífico MEC, explicó que el incremento que hay en las góndolas de las carnicerías es porque en las últimas dos semanas aumentó el precio de hacienda en pie, es decir, el animal antes de ser faenado, a $2.000 el kilo. Ello impulsó el valor del kilo de media res y, a posterior, el de la carne en góndola. Si bien aclaró que se dedica a la venta de la media res, por la disminución de las ventas tuvo que amortizar un porcentaje del aumento para tratar de mantener la salida del producto.
Asado
35 Por ciento de caída en la venta de cortes para asado fue lo que uno de los comerciantes registró durante los meses de enero y febrero.
Promedio
30 Por ciento es la baja que ha sufrido el consumo de carne, en promedio, en los primeros dos meses de este año, en comparación a diciembre 2023.
Fuente: Diario de Cuyo
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