Plazo fijo: el BCRA define qué hará con la tasa, ¿se viene el primer ajuste del año?

La tasa ya no es un ancla para la economía y los tipos de cambio bajos están ayudando a que los pesos no vayan hacia el mercado del dólar. ¿Qué hará el BCRA con la tasa del plazo fijo?

Las consultoras privadas ya empiezan a arriesgar el dato de inflación de febrero y anticipan que estará entre un 15% y un 17%, lo que, nuevamente dejaría en terreno muy negativo a la tasa de interés del Banco Central (BCRA), dado que un plazo fijo rinde hoy un 9% mensual (entre 6 y 8 puntos porcentuales por debajo del índice de precios estimado para el mes) y el plan del Gobierno es mantenerla así por ahora, aunque algunas voces consideran la probabilidad de una baja.

El mercado explica que esto se debe a que la tasa ya no es un ancla para la economía y, por otro lado, mencionan que los tipos de cambio bajos están ayudando a que los pesos no vayan hacia el mercado del dólar a pesar de la tasa baja.

“Es verdad que la tasa es muy baja si la compramos con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y es real negativa, pero, a comparación de lo que pasaba con los gobiernos anteriores, cuando el BCRA usaba como ancla las tasas muy altas (aplicada a las LEBAc con Macri y a las LELIQ con Fernández), Javier Milei está usando como ancla los Bopreales”, explican desde el equipo de Research de Bull Market Brokers.

BOPREAL, el ancla que reemplaza a la tasa

Es decir que todos los importadores que se cubrieron con la anterior gestión de gobierno, ahora venden los dólares para suscribir el BOPREAL, los bonos que se emitieron y que tienen la ventaja de que todos vence en el mandato de Milei. “Esto está haciendo que los boreales sean una aspiradora de pesos”, señalan los analistas.

Por otro lado, el economista y director de CyT Asesores Económicos, Camilo Tiscornia, señala que “lo primero que hay que decir es que el excedente monetario que queda en la Argentina, que tiene mucho más dinero emitido del que la economía necesita para funcionar”. Y explica que una gran parte ya se reflejó en inflación, pero otra, que está en los pasivos del BCRA (en las Leliq y los pases), que hay que purgarlo del sistema de alguna forma.

Quienes proponen liberar el cepo por completo dicen: abramos todo y que se purgue solo, pero el Gobierno, al no abrir el cepo, lo que hace es ir licuando esa emisión manteniendo el cepo, con una tasa de interés menor a la inflación y con un salto del tipo de cambio fuerte”, detalla Tiscornia.

Plazo fijo con tasa baja: la licuación como estrategia

En oposición a esa postura, el Gobierno está haciendo esa purga a través de la licuación, con una tasa menor a la inflación. Es por eso que el BCRA lleva el índice que regula el rendimiento del plazo fijo tradicional por debajo de la evolución de precios de la economía.

Así, el objetivo del Gobierno, indica el economista Federico Glustein, “es cerrar la brecha del dólar sin devaluar”, pero señala que esto es posible tras un proceso de licuación de pesos con recuperación de reservas recién.

En resumidas cuentas, tal como lo describe Rocío Bisang, analista económico de Eco Go, “por ahora, el Gobierno parece estar buscando licuar los pesos y reducir el ‘overhang’, por eso la tasa negativa”. Explica que esto se da en un contexto donde, con un cepo fuerte aún, no hay muchas opciones en la colocación de los pesos.

Plazo fijo: negativo contra la inflación, pero le ganó al dólar

Asimismo, Tiscornia señala que, quienes hacen la cuenta en dólares, que generalmente son las compañías, ya sufrieron una licuación fuerte porque hubo una gran devaluación del oficial y apunta que, “desde ese momento en adelante, la tasa de interés igualmente le ganó al dólar”.

Así las cosas, por más que la tasa de interés haya perdido contra la inflación, aquel que haya tenido un plazo con una tasa mensual del 9%, tuvo un mejor rendimiento que quien se quedó atado al dólar, que viene con un ritmo de apreciación del 2% mensual (y los financieros se depreciaron alrededor de un 14% en febrero).

“Entonces, desde la devaluación de Caputo en adelante, por más que la tasa de interés sea peor que la inflación, el que hace la cuenta en dólares sacó una tasa enorme, de alrededor de 7%, comparada con la devaluación del 2% mensual”, resume Tiscornia.

En consecuencia, el economista indica que se da una dinámica extraña dentro del cepo en la que, “por un lado, hay una tasa de interés que es atractiva porque ya licuaron a quienes estaban en dólares, pero que pierde con la inflación”. Y atribuye, a eso, en parte, el hecho de que no haya habido una disparada del dólar a pesar de la baja tasa.

La compra de dólares del BCRA: otro pilar

No obstante, los analistas mencionan como otro elemento clave el hecho de que el Central viene comprando fuerte dólares en el mercado oficial. “Esta es una buena señal para el mercado porque fortalece su poder de fuego”, apuntan algunas voces de la City. E indican que este combo de cosas es lo que hace que el dólar siga tranquilo y baje.

Sin embargo, Bisang considera que “el riesgo de que los pesos se vayan a dólar está presente igual” y alerta respecto de que cualquier contratiempo o paso en falso puede provocar un salto en el tipo de cambio.

“Por ahora, aguantó la caída de la ley ómnibus y la pelea con los gobernadores, pero esto se debe a que todavía corre la ‘luna de miel’ que tienen todos los gobiernos en los primeros meses de gestión”, apunta. Una vez que termine esa etapa, la situación puede cambiar.

Licuadora y baja tasa del plazo fijo: ¿puede continuar?

En un sentido similar, Tiscornia advierte que “esto no puede durar eternamente”. Y es que, con el tipo de cambio atrasado, va a empezar a haber especulación y puede empezar a ser más atractivo jugarse a la brecha, aunque, “con la cosecha por delante, es probable que ingresen más dólares y se va a poder seguir controlando el tipo de cambio por un tiempo más”.

Así, Tiscornia anticipa que, a medida que se vaya abriendo la importación y crezca el apetito por el dólar junto con un mayor ingreso de divisas por la cosecha, podemos empezar a ver una aceleración del crawling peg y, si esto va acompañado de una baja de la inflación, la tasa podría comenzar a ser un poco más atractiva.

Plazo fijo: ¿y si baja la tasa?

Por otro lado, el analista de negocios y finanzas Salvador Di Stefano considera que, si el BCRA decide mantener la tasa por mucho tiempo más, “sería muy perjudicial para la economía inflación porque, en el 110% nominal anual (TNA), quedaría por encima de la inflación prevista a 12 meses”.

Actualmente la Tasa Efectiva Mensual (TEA) es del 186,5% y señala que sería positivo que la baje al 90% dado que la inflación proyectada a 12 meses (marzo de 2024/marzo de 2025) es del 140%. Así, considera que “sería un error muy grave que no bajen la tasa porque eso potenciaría la baja del dólar” y eso sería muy perjudicial para la economía y los mercados.

Fuente: ÁMBITO

Por: Graciela Herrera

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