Ley ómnibus: Francos y Menem se reúnen para pulir el proyecto final, antes del regreso de Milei

A pesar de que el dictamen llegaría la semana que viene, el Gobierno sigue pretendiendo obtener en enero la media sanción de la ley ómnibus.

Fueron seis jornadas de debate para 664 artículos: funcionarios del Gobierno y representantes de la sociedad civil sentaron su postura al respecto de la ley ómnibus, que aún no pasó la instancia del plenario de comisiones de Diputados. No se conoce ningún dictamen: ni del oficialismo, ni de la oposición más férrea ni tampoco de los partidos dialoguistas. Es por eso que Guillermo Francos y Martín Menem, dos de los principales articuladores legislativos de La Libertad Avanza, se encuentran reunidos para terminar de delinear el texto final.

Este jueves fue una jornada de intensas reuniones. Tras no poder presentar el borrador que le prometieron para la medianoche a los diputados opositores de las mesa de negociación, todos los actores del Gobierno despejaron sus agendas para encontrarse con referentes de sectores económicos que rechazaban a las reformas, así como también a los líderes de las bancadas dialoguistas. Desde la vicepresidenta Victoria Villarruel hasta el secretario de Energía Eduardo Rodríguez Chirillo, pasando por el asesor de comunicación Santiago Caputo: todos estuvieron dedicados a intervenir en el proyecto que se busca aprobar la semana que viene.

Entre los diputados convocados para las reuniones estuvieron Cristian Ritondo María Eugenia Vidal, del PRO, mientras que también se conoció el rol activo del cordobés Oscar Agost Carreño y la porteña Paula Oliveto (ambos de Hacemos Coalición Federal) en la redacción de las reformas, que ascenderían a un centenar de artículos. “Estoy seguro que nos encaminamos para que la semana que viene tenga media sanción la ley que estamos debatiendo”, analizó Ritondo, presidente del bloque del PRO.

Desde el radicalismo le aseguraron de no haber recibido ningún borrador del nuevo proyecto hasta el jueves a la noche, mientras que los legisladores misioneros de Innovación Federal desistieron de la posibilidad de acompañar al paquete de reformas en su conjunto, aunque están dispuestos a discutir ley por ley. El oficialismo debe sacar calculadora: con el apoyo del PRO y Hacemos Coalición Federal llega a 98 bancas y si suma a posibles aliados alcanza los 107 votos, cuando se precisan 129 para aprobar el proyecto.

La Libertad Avanza juega al límite con los plazos disponibles para obtener dictamen. Los diputados no fueron convocados a un nuevo plenario para el viernes, por lo que la posibilidad de que avance una redacción de la ley no llegaría hasta la semana que viene. Aún si presentaran el proyecto el lunes y obtuviera acompañamiento mayoritario, no sería hasta 24 horas después que el texto puede ser votado en la Cámara de Diputados. El vértigo de las negociaciones libertarias para obtener media sanción antes del paro de la CGT -dispuesto para el 24 de enero– requiere de precisión, cálculo y fortuna.

Ley ómnibus: qué reformas habría aceptado el Gobierno

Desde que empezó a debatirse en el plenario de comisiones, la redacción original de la ley ómnibus ha sufrido una serie de modificaciones a partir de la presión de gobernadores, las demandas de los diputados opositores que acceden a las mesas de negociación y las intervenciones de actores de la sociedad civil en Diputados. Estas reformas habrían dado forma al dictamen final que dará a conocer al Gobierno: representaría una apuesta, ya que -por la postura del Presidente- no habría posibilidad de nuevos cambios.

Algunas de los puntos de la ley original que no serían incluidos en el nuevo borrador son:

  • Derogación de la fórmula de movilidad jubilatoria.
  • Incremento de retenciones a economías regionales. La soja y el trigo sí conservarían los valores del 33% que dispuso la ley ómnibus.
  • Facultades extraordinarias para el Ejecutivo. Pasarían de dos años a uno, con posibilidad de prórroga aprobada por el Congreso. Se quitarían los alcances del Presidente sobre defensa, salud y esquema previsional.
  • Declarar «susceptible de privatizaciones» a 41 empresas públicas.
  • Transformaciones a la ley de salud mental.
  • Financiamiento que alcanzan a la producción artística y cultural.
  • Reforma electoral. Se podría avanzar con la eliminación de las PASO.
  • Modificación a la Ley de Hidrocarburos.
  • Cambios en el Régimen Federal de Pesca.
  • Reformas pertinentes a la industria del azúcar.
  • Modificaciones en el Código Civil.
  • Prohibición de los encuentros de tres personas o más, en el marco de la Ley de Tránsito.
  • Implementación del juicio por jurados.
  • Transformaciones que afectan al sector de biocombustibles.
  • Las propuestas de blanqueo y del impuesto a Bienes Personales serían incluidas con alteraciones.

Senado: entre la Boleta Única de Papel y la espera

El Senado, con una composición mucho más cerrada por la cercanía de Unión por la Patria al quórum (le faltan tres votos) y la menor cantidad de votos, aguarda por la posibilidad de recibir el eventual proyecto aprobado, discutir -¿con los mismos apremios que Diputados?- en comisiones y votar en recinto el dictamen que resulte de esas negociaciones.

Mientras tanto, todavía no tienen definiciones sobre los ocho legisladores de la Cámara Baja que integrarán la Comisión Bicameral que debe tratar el texto del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), que continúa vigente desde la última semana de diciembre. El Gobierno, ante los reveses judiciales, comenzará a motorizar este armado, aunque con poca expectativas de aprobación.

Ante este escenario, Guillermo Francos convocó a los siete senadores de la bancada libertaria a la sede del Ministerio del Interior en Casa Rosada. Su objetivo fue doble: establecer las estrategias para volver a aislar al peronismo en el recinto y lograr mayoría para la ley ómnibus, además de encarar la votación del proyecto de Boleta Única de Papel, su próximo desafío legislativo.

Se definirá entre dos dictámenes. Uno con media sanción de Diputados, del oficialismo con el acompañamiento del PRO y la UCR, y la otra por parte de la minoría, encarnada por el peronismo y los provincialistas que demandan aguardar el tratamiento de la ley ómnibus porque la eliminación de las PASO afectaría esta norma. En caso de aprobarse esta última, el proyecto volvería a la Cámara Baja.

Fuente: ÁMBITO

Por: Graciela Herrera

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