Estos proyectos han sido considerados económicamente viables y ahora están a la espera de obtener la Declaración de Impacto Ambiental para comenzar la construcción. El proceso de evaluación, que generalmente lleva alrededor de dos años, se ha vuelto una prioridad para la nueva gestión, que busca alternativas para acelerar el proceso sin comprometer las exigencias técnicas.
Los tres proyectos en cuestión son Los Azules, el sexto yacimiento de cobre más grande del mundo ubicado en Calingasta; Casposo, una mina de oro en el mismo departamento que ha estado inactiva y espera reactivarse; y Hualilán, un proyecto de menor tamaño pero estratégicamente ubicado cerca de Gran San Juan, en Ullum.
El proceso de evaluación será realizado por la Comisión Interdisciplinaria de Evaluación Ambiental (CIEAM) para Los Azules y Casposo, mientras que Hualilán será evaluado por la Comisión Evaluación Medioambiental Minera (CEMAM).
Actualmente, se encuentran en un impasse hasta la primera o segunda semana de febrero debido a licencias y vacaciones de las instituciones involucradas. Sin embargo, el nuevo equipo del Ministerio de Minería está explorando alternativas para agilizar el proceso de evaluación, manteniendo la integridad técnica del mismo.
Denis Monardes, director de la secretaría de Control y Gestión Minera, menciona que la idea es ser más prácticos y ejecutivos, buscando reducir los tiempos y permitir que las declaraciones salgan pronto. La mejora en el sistema de trabajo implica cambios en la burocracia del proceso, con el objetivo de acelerar las evaluaciones sin comprometer la calidad técnica.
Los cambios propuestos están siendo analizados por el ministro de Minería, y la decisión final se espera que se tome en las próximas semanas. Mientras tanto, la evaluación de Los Azules y Casposo está aproximadamente al 50%, y se espera que el proceso continúe con un enfoque más eficiente. La agilización de la evaluación ambiental busca impulsar la industria minera en San Juan, que actualmente cuenta solo con dos minas en actividad, ambas con producción en baja.
El proyecto Josemaría de la empresa canadiense Lundin, que ya ha sido aprobado tras el rediseño de su depósito de colas, está listo para comenzar la construcción de las obras en la mina que cuentan con los permisos sectoriales. Además, el Acceso Norte, un nuevo camino necesario para el proyecto, se encuentra en proceso de evaluación ambiental por separado. La industria minera en San Juan busca reactivar su actividad y contribuir al desarrollo económico de la región.
Op: Juan Llarena
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