Durante el mes de noviembre, la inflación en San Juan ha alcanzado un nivel récord, lo que ha tenido un impacto directo en el costo de vida y en las canastas que determinan los niveles de pobreza e indigencia en la provincia.
Según un estudio llevado a cabo por la Asociación Amas de Casa del País en la región, para evitar situaciones de indigencia, se estima que un ingreso de $190.500 es necesario, mientras que para no ser considerado pobre, una familia tipo debería percibir al menos $419.000.
La Canasta Básica Total, que es el indicador utilizado para medir la pobreza, ha experimentado un incremento del 13,4%, superando los registros de meses anteriores y reflejando un aumento significativo en el costo de los alimentos y bienes básicos.
Por otro lado, la situación que ha llamado la atención y generado preocupación es la referida a la canasta completa que caracteriza al sector de «clase media». Esta canasta engloba gastos como alquileres, colegios, actividades recreativas, entre otros. Su incremento ha sido notorio en los últimos meses y en noviembre alcanzó un nivel sin precedentes. Actualmente, se ha situado en los $502.900, lo que implica que una familia considerada «de clase media» debería percibir más de medio millón de pesos para afrontar sus gastos y mantener su calidad de vida.
Este aumento refleja el incremento sostenido en los costos de vida, los cuales han presionado de manera significativa los ingresos necesarios para sostener un nivel de vida considerado dentro de la «clase media». Es una situación preocupante que afecta a un amplio sector de la población y evidencia la creciente dificultad para mantener un estándar de vida estable en la provincia.
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