El tradicional debate sobre el precio del kilo de uva ha resurgido en San Juan, generando tensiones entre los bodegueros y los viñateros. Mientras los propietarios de bodegas proponen pagar entre $250 y $300 por el kilo de uva de variedades finas, los productores insisten en una compensación que refleje la inflación, buscando alrededor de $500 por kilo.
Mauricio Colomé, presidente de la Cámara de Bodegueros, confirmó esta propuesta, destacando que estos valores se aplicarán principalmente a la uva fina, que representa el 30% de la producción total en la provincia. Sin embargo, señaló que el precio podría variar según la zona de cultivo. Colomé explicó que el análisis se fundamenta en la expectativa de una cosecha abundante y una gran oferta de uva, junto con un exceso de vino a granel y una caída notable en el consumo.
El referente bodeguero hizo hincapié en que las condiciones actuales no son comparables con las del año pasado, cuando hubo eventos climáticos que afectaron la producción y llevaron a un aumento sustancial en el precio de la uva. Asimismo, expresó su apoyo a la idea de establecer una mesa de concertación para determinar precios justos que beneficien a todos los actores de la cadena.
En el otro extremo, los viñateros, representados por Juan José Ramos y Eduardo Garcés, discrepan con la propuesta de los bodegueros. Insisten en que el valor debe ajustarse a la inflación actual, cerca de $500 por kilo de uva fina y alrededor de $300 para la uva común. Ramos advierte sobre posibles problemas en la futura cosecha debido a condiciones climáticas adversas durante el año.
Además, expresan su preocupación por una posible política de libre mercado que dejaría a los productores a merced de los precios que fijen las grandes bodegas. Garcés desmiente la existencia de un excedente de uvas o vino, refutando las afirmaciones de los bodegueros sobre el sobrestock. Ambos enfatizan la necesidad de unidad entre los viñateros y la importancia de recibir precios justos por su producto.
Esta controversia sobre el precio de la uva revela las diferencias de opinión entre las partes involucradas y el desafío de alcanzar un acuerdo equitativo que beneficie a todos los sectores dentro de la industria vitivinícola de San Juan.
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