Alerta por Influenza A H3N2: qué se sabe sobre la nueva mutación y por qué la vacuna será clave
En Argentina ya se confirmaron los primeros casos de la llamada “supergripe”, que circula en varios países del mundo. La infectóloga sanjuanina Beatriz Salanitro explicó de qué se trata la nueva variante, cuál es el nivel de riesgo y qué rol cumple la vacunación.
La Influenza A H3N2 volvió a encender las alarmas sanitarias a nivel mundial. Países de Europa, Asia y América reportaron un aumento de casos de esta variante del virus de la gripe, conocida popularmente como “supergripe”, y en algunos lugares incluso se emitieron alertas por su expansión. En ese contexto, en Argentina ya se confirmaron los primeros contagios, lo que generó preocupación y dudas sobre un posible escenario similar al vivido durante la pandemia de Covid-19.
Para llevar tranquilidad y aportar información clara, la médica infectóloga sanjuanina Beatriz Salanitro explicó que se trata de un virus conocido, aunque con una nueva mutación. “La Influenza A H3N2 ya ha circulado en nuestro país. La particularidad ahora es que presenta una mutación llamada subclase K, que no estaba contemplada en la vacuna vigente, por lo que el sistema inmunológico no estaba preparado específicamente para combatirla”, detalló.
No obstante, la especialista aclaró que esta variante no implica, por el momento, un mayor nivel de contagio ni cuadros más graves en la población general. “Por todo lo que se ha visto hasta ahora, no ofrece mayor gravedad que otros virus influenza que han circulado. El riesgo sigue concentrado en los grupos habituales: niños menores de 2 años, embarazadas, mayores de 65 años y personas con enfermedades crónicas, inmunosupresión u oncología, especialmente si no están vacunadas”, explicó Salanitro.
Según datos oficiales del Ministerio de Salud de la Nación, hasta el momento se detectaron solo tres casos en el país: dos adolescentes en la provincia de Santa Cruz y un niño en Buenos Aires. Si bien hay personas cursando la enfermedad, no existe circulación viral sostenida como ocurre en otros países. Para la infectóloga, este escenario difícilmente se agrave en el corto plazo. “Durante el verano estamos más tiempo en espacios abiertos, lo que reduce el contagio, que es de persona a persona. Además, la vacuna que se aplicará a partir de marzo de 2026 ya va a contemplar esta subclase, por lo que cuando llegue la temporada de gripe, gran parte de la población estará protegida”, señaló.
En ese sentido, la profesional descartó que el contexto actual se asemeje a una nueva pandemia. “Las sociedades científicas que siguen de cerca la situación en los países con circulación coinciden en que no hay mayor gravedad. Puede haber más infectados, pero las hospitalizaciones se concentran en personas de riesgo y no se observan cuadros más severos”, afirmó.
Más allá de la vacunación, Salanitro remarcó la importancia de sostener las medidas de prevención para reducir los contagios. El lavado frecuente de manos, la ventilación de ambientes, cubrirse al toser o estornudar y evitar el contacto estrecho cuando hay síntomas siguen siendo herramientas fundamentales.
Para quienes tengan previsto viajar al exterior, la infectóloga indicó que la vacuna aplicada en marzo de este año brinda cierta protección. “Lo ideal es realizar un refuerzo a los seis meses de la colocación, especialmente si se viaja a países donde el virus está circulando, y sobre todo en personas de alto riesgo”, concluyó.

Medidas de prevención recomendadas:
-
Lavado frecuente de manos con agua y jabón.
-
Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar.
-
Evitar compartir objetos de uso personal.
-
Ventilar adecuadamente los ambientes cerrados.
-
Limpiar y desinfectar superficies de contacto frecuente.
Principales síntomas:
Ante la aparición de síntomas, se recomienda consultar al médico y evitar la automedicación.
-
Fiebre alta y dolor de cabeza persistente.
-
Malestar general, cansancio y dolores musculares y articulares.
-
Tos seca, dolor de garganta y congestión nasal.
-
Secreción nasal y estornudos.
-
Cansancio extremo.
En niños y adultos mayores también pueden presentarse náuseas, vómitos o diarrea, aunque estos síntomas son menos frecuentes en adultos jóvenes.
Rivero. C
Los comentarios están cerrados.