El turismo receptivo en San Juan atraviesa un año atípico, marcado por una menor cantidad de consultas y un comportamiento irregular de la demanda. En un contexto que los propios operadores califican como “raro”, el sector privado comenzó a delinear estrategias con la mirada puesta en 2026, apostando principalmente a la captación de eventos y a reforzar la promoción del destino fuera de las vacaciones tradicionales.
Históricamente, San Juan no figura entre los destinos más elegidos durante el verano, en gran parte por las altas temperaturas y la fuerte competencia de los centros turísticos costeros. Sin embargo, la baja afluencia en esta época también abre una oportunidad para reorganizar acciones y posicionar a la provincia como sede de encuentros, congresos y actividades culturales o deportivas.
Así lo explicó Gustavo Chávez, referente del turismo receptivo en la provincia, quien reconoció que la temporada estival no es la más fuerte para el sector. “Nos preocupa un poco la baja en las consultas. Creemos que nos nutriremos principalmente de turistas de provincias vecinas como San Luis, Mendoza o La Rioja, que suelen realizar escapadas cortas, aunque es menor la cantidad de visitantes que llegan desde otros puntos del país”, señaló.
En ese marco, durante enero y febrero los prestadores sanjuaninos se sumarán a las acciones promocionales que impulsa el Ministerio de Turismo, Cultura y Deportes en distintos puntos del país. La estrategia incluye la presencia en destinos de alta circulación turística y en eventos masivos, como festivales de relevancia nacional, entre ellos Cosquín.
Paralelamente, el sector trabaja en la captación de eventos ya previstos en la agenda nacional. “Febrero y marzo son meses donde comienza la movida fuerte. No nos quedamos esperando que lleguen los turistas, estamos en constante promoción y gestión para que San Juan sea elegida como sede”, destacó Chávez.
El objetivo central es consolidar el turismo de eventos como una política sostenida en el tiempo, articulada entre el Estado y el sector privado, que permita generar movimiento turístico más allá de las vacaciones de invierno o Semana Santa. En ese sentido, los prestadores buscan que quienes lleguen por congresos o competencias extiendan su estadía y recorran departamentos alejados del Gran San Juan.
Respecto al balance del año, Chávez indicó que la actividad logró sostenerse, aunque sin un crecimiento significativo. “Hubo menos turistas particulares, pero se compensó con la llegada de personas que vinieron por eventos. Quizás no hicieron la Ruta del Vino o Ischigualasto, pero se quedaron dos o tres noches y generaron consumo en alojamiento, gastronomía y atractivos urbanos”, explicó.
Con la vista puesta en el próximo año, el sector mantiene expectativas moderadas pero optimistas. “Todas las fichas están puestas en el 2026 y en lo que podamos lograr con la promoción durante el verano. Creemos que será un año mejor, con una recuperación gradual de la actividad”, concluyó el referente, confiado en que el turismo receptivo comenzará a repuntar de manera sostenida.
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