Tras casi 140 años, la congregación de las Hermanas Esclavas deja San Juan

Tras casi 140 años de presencia ininterrumpida en San Juan, la Comunidad de Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús confirmó su retiro definitivo de la provincia, marcando el cierre de una etapa histórica para la educación local. La despedida formal se realizará el próximo jueves 18 de diciembre, con una celebración religiosa en la capilla de la institución, abierta a familias, exalumnos y a toda la comunidad educativa.

La llegada de la congregación a San Juan se remonta a 1886, cuando las primeras religiosas arribaron desde Córdoba para dar forma a un proyecto educativo sostenido por la donación de terrenos realizada por las hermanas Rosario y Luz del Socorro Castro Videla. Tres años más tarde, en 1889, se inauguró el Colegio La Inmaculada, que con el paso de las décadas se convirtió en un referente formativo y espiritual de la provincia.

A lo largo de su historia, la institución atravesó momentos clave, entre ellos la reconstrucción tras el terremoto de 1944, y acompañó a generaciones de sanjuaninos en su formación académica y religiosa, dejando una huella profunda en la comunidad.

La decisión de las Hermanas Esclavas se enmarca en una realidad que atraviesan numerosas congregaciones religiosas en el país: la disminución de vocaciones y la necesidad de reorganizar su presencia territorial. En un mensaje dirigido a la comunidad, la Madre Cecilia junto a las hermanas Mónica y Valeria expresaron su gratitud por los años compartidos y señalaron: “Queremos agradecer al Señor por tanta vida recibida y donada junto a ustedes”.

Pese a la partida de la congregación, el Colegio La Inmaculada continuará funcionando con normalidad bajo la conducción de un equipo de gestión laico. Desde la institución aseguraron que se mantendrá el ideario cristiano y el proyecto educativo que caracterizó al colegio desde sus orígenes, con la catequesis y la vida pastoral como pilares fundamentales de la propuesta formativa.