Incendio en un galpón del microcentro: una inquilina acusó al propietario por trabajos riesgosos y denunció agresiones

Un incendio ocurrido en un depósito ubicado sobre calle Belgrano, antes de avenida Rioja y en cercanías de la escuela Boero, provocó importantes pérdidas materiales y abrió una investigación judicial. Una de las inquilinas del lugar responsabilizó directamente al dueño del inmueble por el siniestro y denunció, además, un grave episodio de violencia posterior al hecho.

Gisela Torraga relató que ella y su pareja alquilaban el galpón desde hacía unos tres meses, donde almacenaban herramientas y mercadería perteneciente a la ferretería que poseen en las inmediaciones. Como consecuencia del incendio, prácticamente todos los elementos guardados en el lugar fueron destruidos y las pérdidas económicas serían millonarias.

Según su testimonio, el fuego se habría iniciado cuando el propietario del inmueble ordenó realizar trabajos de soldadura sin previo aviso ni consentimiento de los inquilinos. “Mandó a soldar sin supervisión y sin autorización, y eso desencadenó todo”, afirmó. También señaló que la estructura del depósito estaba compuesta por materiales altamente inflamables, como machimbre y espuma de poliuretano, lo que aceleró la propagación de las llamas.

Torraga sostuvo que el trabajador encargado de la soldadura había advertido sobre el peligro de la tarea, pero que el dueño del galpón lo habría obligado a continuar bajo amenaza de no pagarle. “Para no perder el trabajo siguió, y ahí comenzó el incendio”, aseguró.

En el lugar intervino personal policial y posteriormente tomó participación la Unidad de Abordaje Territorial junto a la UFI Genérica. Desde la Fiscalía indicaron que, de manera preliminar, el incendio habría sido accidental, aunque aclararon que no se descarta ninguna hipótesis hasta contar con los testimonios completos y el informe pericial de Bomberos, que estaría listo en aproximadamente 10 días. El fiscal a cargo es José Plaza.

Además de los daños materiales, la comerciante denunció un hecho de violencia de género. Según explicó, cuando su hermana comenzó a filmar lo sucedido tras el incendio, el propietario del depósito la habría empujado y golpeado. “No tenía derecho a agredirla, solo estaba registrando lo que había pasado”, expresó, y adelantó que realizarán la denuncia correspondiente, ya que el hecho habría quedado grabado en video.

Finalmente, Torraga señaló que ya existían conflictos previos con el locador. Afirmó que nunca se formalizó un contrato de alquiler, que les cortaban el suministro eléctrico, que no se les permitía instalar cámaras de seguridad ni matafuegos y que, pese a reiteradas promesas, nunca recibieron la documentación del alquiler. “Todo fue de buena fe y tengo mensajes, audios y pruebas”, aseguró.

Mientras avanza la investigación judicial, la familia comenzó a evaluar el alcance de las pérdidas sufridas. “Ahora tenemos que sentarnos a ver qué se perdió, porque eso lo va a manejar nuestro abogado”, concluyó.