Sorpresa en el tenis: Roger Federer volverá a jugar en el Abierto de Australia

El mundo del tenis amaneció con una noticia que nadie esperaba: Roger Federer volverá a pisar la Rod Laver Arena. El exnúmero uno del mundo, retirado del circuito profesional desde septiembre de 2022, confirmó su participación en un partido de exhibición durante la ceremonia inaugural del Australian Open 2026, una aparición que marcará su regreso a las canchas más de tres años después de su despedida en la Laver Cup.

La organización del Grand Slam australiano anunció que la exhibición reunirá a Federer con otras leyendas del deporte, como Andre Agassi, Patrick Rafter y Lleyton Hewitt, en un evento especial que abrirá oficialmente la temporada tenística en Melbourne.

Federer no competía en el Abierto de Australia desde 2020, cuando cayó en semifinales ante Novak Djokovic. Las múltiples cirugías de rodilla lo obligaron a alejarse definitivamente del circuito, poniendo fin a una carrera que dejó un legado de 20 títulos de Grand Slam. Sin embargo, su vínculo emocional con el público australiano continúa intacto.

“Parece que ha pasado una vida desde que acuñé la frase ‘Happy Slam’ para el Abierto de Australia. He vivido momentos increíbles aquí: la alegría de levantar a ‘Norman’ seis veces, el honor de jugar ante Rod Laver y el apoyo incondicional de los aficionados”, expresó el suizo en declaraciones al sitio oficial del torneo. “Volver en 2017 fue uno de mis recuerdos más preciados, y repetir en 2018 fue otro sueño cumplido. No veo la hora de regresar y crear más momentos fantásticos con todos los fans australianos”.

El director del torneo, Craig Tiley, celebró la presencia del suizo y destacó que la ceremonia inaugural combinará el espíritu innovador del certamen con su rica historia. “Estamos encantados de presentar un show único para abrir la temporada. Roger es parte esencial de nuestra identidad, y verlo nuevamente junto a otras leyendas será un momento inolvidable para los aficionados”, afirmó.

Una historia de grandeza en Melbourne

Durante dos décadas, Federer construyó un romance especial con el Abierto de Australia. Entre 2000 y 2020 disputó el torneo de manera ininterrumpida, logrando seis títulos, 102 victorias y apenas 15 derrotas, una marca que lo coloca entre los máximos íconos del Grand Slam.

Su primera aparición fue en 2000, cuando enfrentó a Michael Chang. Tras alcanzar la tercera ronda en sus dos primeras participaciones, comenzó un ascenso que lo llevaría a consolidarse como uno de los grandes protagonistas del torneo.

El primer título llegó en 2004, tras vencer a Marat Safin en la final. Luego siguieron los campeonatos de 2006 y 2007, donde superó a Marco Baghdatis y Fernando González. En 2010 volvió a gritar campeón ante Andy Murray, en una final recordada por su dominio absoluto.

Tras años de altísima competencia —y derrotas duras ante rivales como Djokovic, Nadal o Murray—, Federer firmó un regreso épico: en 2017 conquistó el título tras vencer a Rafael Nadal en una final histórica. Un año después repitió la hazaña al superar a Marin Cilic, completando el último capítulo de gloria en suelo australiano.

Su última participación en Melbourne fue en 2020, cuando llegó hasta semifinales. Luego, el desgaste físico y las intervenciones quirúrgicas lo alejaron definitivamente de la competencia.

Un retorno simbólico

La exhibición que protagonizará en enero no representa un regreso al circuito, pero sí un guiño nostálgico a los fanáticos que lo convirtieron en una de las figuras más queridas del tenis moderno. A los 44 años, Federer volverá a jugar en su “Happy Slam”, el escenario donde escribió algunas de las páginas más brillantes de su carrera.

Melbourne se prepara para recibirlo una vez más. Y el tenis, una vez más, celebra al hombre que convirtió la elegancia en un estilo de vida dentro y fuera de la cancha.