Crece la crisis en Unión: el expresidente asegura nuevos aprietes y que sigue “atado” al club

La interna de Unión de Villa Krause volvió a encenderse. A poco más de dos meses de haber renunciado de manera sorpresiva, Mauricio Acosta —expresidente del Club Atlético Unión— denunció este viernes nuevos episodios de intimidación y aseguró que su salida todavía no fue oficializada por Personería Jurídica, pese a haber sido presentada y aprobada en acta.

Acosta, quien dejó su cargo tras manifestar estar “cansado de los aprietes”, reapareció públicamente a través de un mensaje en su Estado de WhatsApp. Allí publicó una captura de un chat que, según sus palabras, pertenece a “Cristian Unión”, señalado por fuentes del club como el principal referente de La Famosa Banda de Unión, la barra brava del Azul.

En el mensaje, cargado de insultos y amenazas, el individuo le recrimina a Acosta que “no vengas a romper la pi… y querer desestabilizar todo a último momento”, en medio de una situación institucional ya convulsionada tras la reciente salida del entrenador Eduardo Magallanes, ocurrida en plena disputa del Torneo Regional Amateur y a una semana de la final del Clausura frente a Sportivo Desamparados.

El exdirigente acompañó la publicación con un texto contundente: “El próximo lunes exijo en Personería Jurídica que aprueben mi renuncia, que hace dos meses realicé con libro de actas y aprobada por la Comisión Directiva. ¡Y las amenazas no terminan! Jamás pensé pasar por este momento”.

La renuncia de Acosta fue presentada en septiembre mediante un extenso comunicado en redes sociales donde señalaba, sin nombres propios, presiones que habrían provenido de la barra. Desde entonces, se alejó por completo de la vida institucional del club, aunque su figura volvió a quedar involucrada indirectamente en el conflicto por la salida de Magallanes, lo que habría reactivado los mensajes hostiles hacia su persona.

Pese a su alejamiento práctico, Acosta afirmó que su renuncia aún no fue formalizada, lo que mantiene un limbo administrativo que ahora intenta resolver ante las autoridades competentes. Mientras tanto, el clima puertas adentro del Azul continúa cargado de tensión, justo en el tramo deportivo más importante del año.

En plena antesala de una final clave y con el equipo en plena competencia regional, Unión enfrenta un nuevo capítulo de inestabilidad dirigencial que vuelve a poner sobre la mesa un problema recurrente: la presión de sectores externos sobre la vida institucional del club.

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