Boca tomó una decisión clave en medio del temblor futbolero que dejó la eliminación ante Racing en el Torneo Clausura. Pese a las críticas por el polémico cambio de Exequiel Zeballos y el descontento que asomó en la Bombonera, Juan Román Riquelme ratificó la continuidad de Claudio Úbeda como entrenador xeneize para 2026. La determinación se sustenta en el respaldo del plantel, el liderazgo de Leandro Paredes puertas adentro y la convicción de sostener la línea de trabajo que dejó Miguel Ángel Russo.
El martes, ya con el equipo de regreso en Ezeiza, Úbeda mantuvo una extensa reunión con Marcelo Delgado en el predio. Allí se definieron los últimos detalles del acuerdo y, según fuentes del club, sólo resta la formalidad del anuncio. El contrato del “Sifón”, que vence en junio, será renovado luego de que Riquelme le diera su palabra al entrenador de 56 años.
Un proyecto que sobrevivió al cimbronazo
La caída ante Racing reavivó cuestionamientos y expuso al técnico en una semana sensible. Sin embargo, en el Consejo de Fútbol prevaleció una mirada más amplia: Boca venía de un tramo positivo, con seis victorias consecutivas tras la muerte de Russo, una racha que había devuelto aire y cohesión al plantel. La capacidad de Úbeda para asumir el mando en ese contexto traumático fue determinante.
A contramano del ruido externo, los futbolistas también inclinaron la balanza. El apoyo interno convenció a Riquelme de que lo mejor era sostener el proceso y evitar nuevos volantazos en un momento donde la estabilidad es considerada estratégica.
Paredes, los líderes y un gesto hacia el legado de Russo
El respaldo más enfático llegó desde el capitán. Leandro Paredes elogió al entrenador y lo comparó con Lionel Scaloni por su forma de conducir y su llegada al grupo. Tras su enojo público por la salida de Zeballos ante Racing, el mediocampista pidió disculpas, cerró el episodio y dejó encaminada la convivencia para 2026.
Úbeda también mantuvo un diálogo con Ander Herrera, a quien explicó por qué no ingresó en el partido decisivo. Los referentes valoran ese ida y vuelta y la claridad del entrenador en un momento de tensión.
Puertas adentro, la dirigencia recuerda que la última voluntad de Russo era que su cuerpo técnico continuara unido. En ese sentido, sostener a Úbeda se interpreta no sólo como una apuesta deportiva, sino también como un gesto de continuidad hacia el legado que dejó el histórico entrenador.
Con el plantel de vacaciones y el calendario 2026 en plena planificación, Boca eligió un camino: mantener al “Sifón” y consolidar un proyecto que busca estabilidad en medio de un año que promete ser decisivo.
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