Milei analiza un verano parlamentario extendido para acelerar sus reformas

El Gobierno evalúa convocar a sesiones extraordinarias desde el 10 de diciembre hasta finales de febrero. La estrategia apunta a avanzar con el Presupuesto 2026 y habilitar el tratamiento simultáneo de proyectos clave en ambas cámaras, aunque crecen las dudas por el desgaste político y la falta de consensos.

El oficialismo trabaja en un cambio profundo del cronograma legislativo: extender la convocatoria a sesiones extraordinarias durante todo el verano. Aunque aún no hay confirmación oficial de la Casa Rosada, distintas fuentes de La Libertad Avanza reconocen que la intención es habilitar debates en el Congreso desde el 10 de diciembre y sin receso hasta fines de febrero, modificando el plan inicial que contemplaba actividad solo durante diciembre.

La estrategia apunta a que diputados y senadores sostengan las negociaciones durante los meses de calor, con el objetivo de que se mantenga vivo el impulso político necesario para aprobar el paquete de reformas impulsado por Javier Milei. La prioridad número uno es el Presupuesto 2026, que comenzará su debate en la Cámara de Diputados. En el oficialismo confían en que la iniciativa pueda obtener media sanción antes de fin de año para que el Senado la trate en los primeros meses del 2026.

Mientras tanto, la Cámara Alta también tendría una agenda cargada. Entre los proyectos que podrían comenzar su discusión aparecen el nuevo Código Penal y las modificaciones a la Ley de Glaciares. El primero, presentado por Patricia Bullrich y el Presidente en el penal de Ezeiza, busca reemplazar la normativa vigente desde 1921 y se organiza en tres ejes: aumento de penas, baja en la edad de imputabilidad e incorporación de nuevos tipos penales. Aún se desconocen los detalles del articulado.

El debate sobre la Ley de Glaciares, por su parte, es impulsado por gobernadores de provincias mineras, quienes reclaman eliminar —o al menos redefinir a nivel local— el concepto de “ambiente periglaciar”, ya que consideran que la norma limita la exploración y explotación de zonas de interés económico. Los periglaciares, sin embargo, son espacios protegidos por su rol clave en la reserva de agua dulce, y su inventario ya está establecido desde la aprobación de la ley.

En paralelo, persisten las dudas sobre el rumbo que tomará la reforma laboral, una de las iniciativas con menor consenso político. Todavía no está claro si ingresará por Diputados o por el Senado, y el clima no parece favorable: tanto la Unión Industrial Argentina (UIA) como la CGT manifestaron fuertes objeciones a los lineamientos trabajados en el Consejo de Mayo. La falta de acuerdo entre sindicatos, empresarios y el Gobierno deja el proyecto relegado para etapas más avanzadas del verano legislativo.

Además, el oficialismo pretende avanzar con la reforma tributaria, la Ley de Inocencia Fiscal y modificaciones educativas, por lo que la agenda parlamentaria aparece cargada desde el inicio. En la oposición esperan que diciembre sea un mes productivo para evitar que enero se convierta en una trampa sin descanso. “Se podría cortar dos semanas, depende de cómo se avance. No es fácil tener a la gente sin vacaciones”, señalaron desde un bloque dialoguista. Aun así, reconocen que si las negociaciones se estancan, el descanso podría evaporarse.

Dentro de LLA admiten que, aunque la convocatoria formal abarque todo el verano, enero tendrá inevitablemente un parate legislativo. El Gobierno apuesta, sin embargo, a sostener la maquinaria política en funcionamiento para garantizar la aprobación de la mayor cantidad posible de reformas antes del inicio del nuevo ciclo parlamentario.

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