A un año del crimen de Milagros, su familia vuelve a exigir justicia: “No voy a parar hasta que él tenga perpetua”

La mamá de la niña de 10 años asesinada encabezó una concentración frente a Tribunales. Denunció demoras en la causa y pidió una condena ejemplar para el imputado, su expareja Leonardo Tello.

A días de cumplirse un año del crimen que conmocionó a San Juan, familiares, allegados y vecinos de Milagros Gutiérrez, la niña de 10 años asesinada en noviembre de 2023, se manifestaron este miércoles frente a Tribunales para exigir que la causa avance y que el juicio tenga fecha definitiva. Carteles, fotos y pedidos de justicia fueron el marco de un reclamo que aún no encuentra respuestas.

En diálogo con DIARIO MÓVIL, Gisela Gutiérrez, mamá de la víctima, volvió a revivir el día que marcó su vida para siempre. Entre lágrimas, reclamó que el acusado —su expareja, Leonardo Ezequiel Tello, de 32 años— reciba prisión perpetua, convencida de que actuó con intención y no en un accidente, como él declaró.

No puedo aceptar que una persona capaz de semejante violencia vuelva a salir a la calle”, expresó con firmeza. Además, convocó a una nueva marcha el jueves 20 de noviembre a las 8.30, nuevamente en Tribunales. “Voy a seguir movilizándome hasta ver la causa en juicio”, aseguró.

Un año de dolor y una escena que no se borra

Gisela recordó que aquel día solo salió unos minutos a comprar medicamentos. Al regresar, encontró patrulleros y vecinos desesperados. En el Hospital Rawson le confirmaron la peor noticia: Milagros había muerto.
Sentí que mi vida se quebró para siempre”, describió.

Según relató, la Policía le informó que el arma calibre .22 utilizada por Tello falló cuando intentó disparar contra su hijo Jeremías, por lo que cree que el segundo disparo —el que terminó con la vida de la niña— fue completamente intencional. “No habrá perdón posible”, sostuvo.

Una historia atravesada por la violencia

La mamá de Milagros contó que durante su relación sufrió humillaciones, golpes, amenazas y aislamiento. “Vivíamos bajo miedo constante”, dijo. Para ella, la violencia escaló hasta desembocar en el desenlace más brutal.

Su hijo Jeremías presenció todo y debió declarar en Cámara Gesell. Hoy, mientras intenta reconstruir su vida, juega en San Lorenzo de Almagro, un sueño enorme en medio de una herida que todavía duele.

Señales previas y un crimen que pudo evitarse

La familia recordó que la noche anterior al ataque, los vecinos escucharon disparos en la casa del acusado. Para Gisela, esa secuencia fue un aviso:
Dejé a Mili dibujando. Solo esperaba que le trajera un helado. Nunca imaginé que la estaba dejando con un monstruo”.

Tras el crimen, Tello intentó escapar, pero fue detenido por la Motorizada Seis. En su domicilio encontraron el arma y 21 vainas servidas.

Reclamo por celeridad

Con el plazo de investigación pronto a cumplirse, la familia denuncia demoras y exige una pronta resolución.
Quiero que la Justicia se mueva. Él es manipulador, peligroso y no debe recuperar la libertad”, remarcó Gisela.

El pedido de justicia por Milagros vuelve a tomar fuerza. A un año del crimen, su familia insiste: el tiempo pasa, el dolor no.

Op: Juan Llarena

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