Caso Díaz: esperan la Cámara Gesell para avanzar en la causa por violencia infantil

El gendarme Mauricio Sebastián Díaz cumple cuatro meses de prisión preventiva acusado de ejercer maltrato extremo contra sus hijos adoptivos. La declaración de los menores en ANIVI será clave para profundizar la imputación, que también podría alcanzar a la madre adoptiva.

El gendarme Mauricio Sebastián Díaz, actualmente detenido en el Servicio Penitenciario de Chimbas, continúa bajo investigación por una presunta trama de violencia extrema ejercida contra sus hijos adoptivos de 5 y 7 años. Hasta hace apenas semanas, en su entorno laboral lo consideraban un agente de “conducta intachable”, una imagen que quedó completamente desmontada tras la exposición de videos, lesiones y testimonios que revelan un cuadro de maltrato sistemático.

Este viernes, la jueza Celia Maldonado de Álvarez ordenó la continuidad de cuatro meses de prisión preventiva, al considerar que el cúmulo de pruebas reunidas por la UFI CAVIG configura un riesgo procesal significativo. Díaz fue imputado provisionalmente por lesiones agravadas por el vínculo, aunque la fiscalía adelantó que la acusación podría ampliarse una vez incorporados nuevos elementos.

La expectativa de la causa está puesta ahora en la Cámara Gesell de los dos niños, cuya declaración en ANIVI fue reprogramada para los próximos días debido a nuevas líneas de investigación. Ese avance también implica a la madre adoptiva, C.P.P., agente de la Policía de San Juan, quien permanece con medidas de restricción.

En su entorno laboral la describían como una mujer “sumisa” y “manipulada” por Díaz, pero para la fiscalía su rol no está exento de responsabilidad: aseguran que conocía la situación y no denunció por temor a su pareja, por el posible impacto en su carrera y por el riesgo de perder la adopción.

El caso salió a la luz gracias a la denuncia de una familiar que entregó a los fiscales una carpeta con imágenes tomadas por las cámaras de seguridad instaladas en casi toda la casa. En ellas se observan múltiples episodios de violencia. Uno de los más graves ocurrió el 7 de agosto de 2023, cuando Díaz apuntó con un arma a su pareja y efectuó un disparo que quedó incrustado en una pared posteriormente reparada.

Las grabaciones también muestran golpizas, castigos físicos y episodios de extrema intimidación hacia los niños. En un registro del 14 de diciembre de 2023, se escuchan gritos y golpes, y se ve al niño —entonces de 3 años— llorando desconsolado. La abuela confirmó que lo encontró con lesiones en las manos. Situaciones similares se repitieron el 11 de abril de 2025, día en que la mujer intentó llamar a la policía y fue agredida por Díaz, quien la tomó de los brazos y la expulsó del domicilio.

Ese mismo día otra cámara registró al gendarme golpeando al niño en ambos lados de la cara, mientras la madre adoptiva lo castigaba con una percha. El menor, en shock, terminó orinándose. Otras imágenes lo muestran siendo rapado como castigo, mientras que la niña también sufrió cortes de cabello impuestos como sanción. Ambos presentaban múltiples lesiones sin explicación consistente.

Mientras la investigación avanza, la Justicia mantiene medidas de protección estrictas para los menores. Su testimonio en ANIVI será determinante para definir la ampliación de cargos y el futuro del proceso penal.

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