Reacomodamiento en Chimbas: Rodríguez impulsa cambios en su gabinete y habla de “oxigenación” en la gestión
La intendenta Daniela Rodríguez pidió la renuncia a varios funcionarios heredados de la gestión de Fabián Gramajo. Aunque sostiene que busca “oxigenar” la Municipalidad, en el municipio interpretan los movimientos como parte de un reacomodamiento político y de una búsqueda por consolidar su propia impronta.
En Chimbas se vive un nuevo movimiento interno que vuelve a agitar las aguas del municipio. La intendenta Daniela Rodríguez solicitó la renuncia a un grupo de funcionarios que aún permanecían en sus cargos desde la administración anterior. Según explicó, la medida responde a una necesidad de “oxigenar” la gestión, aunque puertas adentro la lectura es más amplia: Rodríguez estaría buscando reperfilar su equipo y marcar distancia del exintendente Fabián Gramajo.
“Los cargos no son de quien ocupa el funcionariado, son de los ciudadanos de Chimbas”, afirmó Rodríguez durante una breve rueda de prensa. Y agregó: “No tiene que ver con algo en particular. Es una cuestión de oxigenación. Tengo el equipo tal como lo dejó Fabián”.
Esta no es la primera vez que la jefa comunal mueve piezas dentro de su gabinete. En enero y julio ya se habían producido cambios, aunque de menor magnitud. En la primera etapa salieron el secretario de Obras, Gabriel Bordón, y la encargada de Compras, Yésica Miranda, quienes continuaron dentro de la estructura municipal. En julio, el ajuste más visible se dio en la Subsecretaría de Comunicación, donde Agostina Testa —considerada una figura cercana a Gramajo— fue reemplazada por Matías Naranjo, un dirigente de confianza de Rodríguez.
El trasfondo político no pasa inadvertido. Si bien no existe un enfrentamiento directo entre Rodríguez y Gramajo, las diferencias conceptuales se profundizaron en los últimos meses. Mientras el exintendente se enfoca en proyectar su liderazgo de cara a 2027 dentro del peronismo provincial, Rodríguez intenta darle su propia impronta al gobierno local y reducir tensiones internas entre funcionarias. “Quiere marcar su estilo de gestión”, aseguró una fuente del entorno municipal.
El resultado electoral de octubre, donde Gramajo obtuvo un contundente triunfo con casi 24.000 votos en Chimbas, reforzó las lecturas sobre la vigencia del “gramajismo” en el territorio. En el entorno del exintendente interpretan que ese respaldo fue producto del trabajo político acumulado en los últimos años, más que de la actual gestión municipal. Rodríguez, en cambio, busca fortalecer su perfil institucional y afianzar la gestión cotidiana del municipio.
En paralelo, dentro del Ejecutivo chimbero se consolidó lo que algunos describen como el “triángulo de hierro” de Rodríguez, integrado por la secretaria de Desarrollo Social, Mónica Ramos, y la secretaria de Gobierno, Natacha Garay. No obstante, la estabilidad interna se vio afectada por episodios recientes, como un pedido de informes presentado por la oposición en el Concejo Deliberante, tras la supuesta utilización de un vehículo oficial para fines particulares por parte de Ramos.
Aunque la intendenta evitó detallar los nombres de quienes dejarán el gabinete, anticipó que los cambios se conocerán antes del fin de semana. En principio, se prevé que algunas salidas respondan a motivos técnicos, como el caso de un ingeniero del área de Obras Eléctricas próximo a jubilarse.
Más allá de las explicaciones formales, el movimiento político en Chimbas deja una lectura clara: Daniela Rodríguez busca reordenar el tablero y consolidar un equipo propio que refleje su liderazgo. En un municipio históricamente dominado por el gramajismo, el proceso de “oxigenación” parece ser también una estrategia de diferenciación y autonomía política.
Op: Juan Llarena
Los comentarios están cerrados.