Sergio Uñac busca reinsertarse en la política nacional con un mensaje de equilibrio y reconstrucción

El exgobernador sanjuanino rompió el silencio con un discurso que plantea un peronismo federal y moderado. Intenta mostrarse como parte de una nueva etapa, aunque evita autocríticas y su regreso genera escepticismo dentro del propio espacio.

Después de varios meses de silencio, Sergio Uñac reapareció públicamente con un discurso de tono nacional, en el que llamó a “dar vuelta la página” y a iniciar un proceso de reconstrucción del peronismo. Desde su banca en el Senado de la Nación, el exgobernador de San Juan buscó instalar una agenda de equilibrio, diálogo y federalismo, con la que intenta posicionarse dentro del justicialismo en medio de su crisis más profunda en años.

El dirigente sanjuanino habló de “volver a representar a la gente común” y de recuperar la identidad peronista desde las provincias. Su planteo apunta a un peronismo más federal y menos concentrado en Buenos Aires, aunque todavía sin ofrecer definiciones concretas sobre el rumbo económico o la estrategia política que podría darle contenido a esa idea.

Uñac gobernó San Juan entre 2015 y 2023, un período que combinó estabilidad institucional y obra pública con críticas por la falta de dinamismo económico y renovación dirigencial. Su salida del poder, tras una derrota electoral, marcó el cierre de un ciclo político y abrió un proceso de revisión dentro del peronismo provincial que aún no encuentra rumbo.

En su regreso al escenario nacional, el exgobernador intenta proyectarse como parte de una nueva generación de dirigentes que puedan conducir la reconstrucción del peronismo. Sin embargo, su discurso evita autocríticas y mantiene distancia de las controversias que marcaron su gestión, lo que genera dudas sobre la profundidad de su propuesta de cambio.

Con un tono medido y moderado, Uñac busca diferenciarse tanto del kirchnerismo como de los sectores más cercanos al gobierno libertario, apelando a la idea de “equilibrio” como valor central. Ese equilibrio —fiscal, institucional y político— aparece como su principal bandera, aunque algunos observan en esa postura una falta de definición más que una fortaleza.

Mientras el peronismo nacional sigue sin liderazgos claros ni un proyecto unificador, la reaparición de Uñac se inscribe en un intento de reposicionamiento político personal. Aspira a ser la voz de un peronismo moderado y federal, pero enfrenta el desafío de demostrar que su discurso puede transformarse en una propuesta real de renovación y no en una repetición de viejas fórmulas.

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