La Iglesia de Jáchal exige al intendente Espejo controles urgentes del agua tras la mortandad de peces
El presbítero Gustavo Vaca presentó un expediente formal reclamando que el municipio cumpla con la Ordenanza “Agua Segura”, vigente desde 2015. Acusan al intendente de no realizar los análisis desde que asumió en 2023, pese a contar con presupuesto disponible.
El reciente episodio de mortandad de peces en el Dique Cuesta del Viento reavivó las alarmas en Jáchal y desató una fuerte reacción de la Iglesia local, que exige explicaciones y acciones inmediatas al intendente Matías Espejo. El presbítero Gustavo Vaca, administrador parroquial del Santuario Arquidiocesano San José, presentó el Expediente Nº 4994 A el pasado 7 de noviembre de 2025, solicitando la realización urgente de análisis de agua en cumplimiento de la Ordenanza “Agua Segura”, aprobada en 2015.

El documento, respaldado por diversas instituciones parroquiales, recuerda que el municipio está obligado a monitorear la calidad del agua en 13 puntos de muestreo, con el objetivo de garantizar a la población información pública y confiable sobre el recurso que consumen los jachalleros.
“El agua es un derecho humano y un don sagrado”
En el texto presentado, el sacerdote invoca el espíritu de la Encíclica Laudato Sí, del Papa Francisco, para fundamentar su reclamo:
“El agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas y, por lo tanto, es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos”.
Vaca instó al intendente Espejo a cumplir la normativa y divulgar los resultados “en tiempo y forma, para llevar tranquilidad a la población o adoptar las medidas necesarias”. Además, advirtió que “el agua de Jáchal es un bien social que necesita ser monitoreado” y enfatizó:
“El agua no es una simple mercancía ni un recurso económico, sino un don sagrado de Dios, fuente de vida y derecho inalienable”.
Dos años sin controles oficiales
El reclamo eclesiástico pone en evidencia un incumplimiento prolongado. Desde diciembre de 2023, cuando asumió el actual intendente, no se realizaron los análisis exigidos por la ordenanza, pese a que el municipio cuenta con presupuesto propio destinado a ese fin.
La falta de controles alimenta la desconfianza de los vecinos, que históricamente han denunciado posibles riesgos de contaminación en la cuenca del río Jáchal, una zona cercana a operaciones mineras.
Presión política y social
El pedido de la Iglesia se suma a una serie de reclamos que enfrenta el Ejecutivo municipal. El Concejo Deliberante ya solicitó un informe oficial sobre la falta de controles, mientras que la Asamblea “Jáchal No Se Toca” presentó un Pronto Despacho al gobernador Marcelo Orrego, pidiendo explicaciones sobre la ausencia de análisis del agua.
La suma de estos pedidos —eclesiásticos, vecinales y políticos— configura un escenario de creciente tensión en el departamento. La preocupación se acentúa ante el silencio oficial y la falta de monitoreos regulares en una comunidad que ya vivió episodios de contaminación y hoy vuelve a exigir transparencia y garantías sobre la calidad del agua.
Ambiente descartó contaminación en Cuesta del Viento
Por su parte, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable confirmó que la mortandad de peces registrada en el dique tiene origen natural y no representa riesgo para el ecosistema.
Según el informe técnico, el evento fue localizado y de corta duración, afectando principalmente a peces juveniles de pejerrey. Los especialistas atribuyeron el fenómeno a bajos niveles de oxígeno por acumulación de materia orgánica en zonas con poca circulación de agua, condiciones que suelen intensificarse con los cambios de temperatura y nivel del embalse.
Aun así, el pedido de la Iglesia pone el foco en un reclamo más amplio: que el Estado municipal cumpla su deber de monitorear, informar y cuidar un recurso vital, cuyo control no admite demoras.
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