El juez Toro negó las acusaciones en su contra y apuntó al “proceder desatinado” de los padres en un caso de revinculación

El magistrado del Primer Juzgado de Niñez y Adolescencia presentó su descargo ante el Jury de Enjuiciamiento, tras la denuncia de un abogado que lo acusa de demorar el contacto con su hija. Toro rechazó las acusaciones, defendió su actuación y responsabilizó a los progenitores por los conflictos familiares.

El juez Jorge Toro, titular del Primer Juzgado Penal de Niñez y Adolescencia, presentó su informe de descargo ante el Jury de Enjuiciamiento, luego de ser denunciado por un abogado y padre que lo acusa de retrasar de manera injustificada la revinculación con su hija. El magistrado negó las acusaciones, aseguró que el denunciante “miente” y defendió sus decisiones, afirmando que actuó siempre en beneficio de la menor.

En su presentación, Toro sostuvo que no existen escritos pendientes de resolución y que todas las medidas dictadas “tuvieron como finalidad fortalecer el vínculo paterno-filial”, aclarando que el contacto entre padre e hija nunca fue suspendido, sino promovido.

Además, el juez calificó de “proceder desatinado” la conducta de ambos padres, señalando que el conflicto familiar es el principal obstáculo en la relación con la menor. “Este juez ha tratado de preservar el vínculo paterno-filial de la conflictiva de los adultos, de la que la niña es una víctima inocente”, manifestó.

La denuncia contra Toro fue presentada el 28 de julio, cuando el padre —también abogado— lo acusó de morosidad manifiesta y pidió su destitución. El caso se origina tras una denuncia por abuso sexual realizada en 2021 por la madre, que posteriormente se comprobó como falsa. Por esa maniobra fue condenado el funcionario judicial Juan Pablo Ortega, hallado culpable de abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Toro señaló que, tras levantarse la prohibición de acercamiento en mayo de 2022, el régimen de comunicación se restableció en menos de un mes, y que desde entonces dictó 14 resoluciones vinculadas al contacto entre padre, hija y familia paterna. También mencionó siete intimaciones a la madre por incumplir el régimen, e incluso una multa por obstaculizar la revinculación.

Respecto a la imparcialidad cuestionada por el denunciante, el magistrado afirmó que ambas partes lo acusaron de beneficiar a la contraria, lo que demuestra —dijo— que su prioridad siempre fue el bienestar de la menor.

Toro también hizo referencia a un episodio en el que el padre colocó una pancarta frente a la escuela de la niña, gesto que, según la madre, provocó una crisis emocional en la menor. “El distanciamiento no es consecuencia de decisiones judiciales, sino de las actitudes inconsultas de los padres”, sostuvo el juez.

Finalmente, el magistrado subrayó la necesidad de mantener el espacio terapéutico entre padre e hija y advirtió sobre la “disfunción familiar” que afecta a la menor. “Ambos progenitores incumplen su deber de protegerla integralmente. Este juzgado promueve que logren una coparentalidad positiva y contenedora”, concluyó Toro.

El Jury de Enjuiciamiento analizará ahora si admite o no la denuncia presentada contra el juez.

Op: Juan Llarena

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