Cae la producción y se tambalea el empleo: más de 600 trabajadores en riesgo por la crisis del sector electrodoméstico
Electrolux y Mabe enfrentan una fuerte caída en sus ventas y aplican suspensiones y reorganizaciones en sus plantas de Rosario y Córdoba. La baja del consumo interno y la competencia importada golpean a un rubro que ya opera con la mitad de su capacidad.
La industria argentina de electrodomésticos atraviesa una de las peores crisis de los últimos años. La combinación de un consumo interno en declive y el ingreso de productos importados a precios más bajos está poniendo en jaque la estabilidad laboral de miles de trabajadores. En ese contexto, las fábricas Electrolux y Mabe anunciaron medidas que afectan directamente a más de 600 empleados en sus plantas de Rosario y Córdoba.
En Rosario, Electrolux prorrogó por tres meses el esquema de suspensiones rotativas que alcanza a 400 operarios, tras un acuerdo con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). La medida, que implica una reducción en los haberes pero mantiene la relación laboral activa, busca evitar despidos masivos en medio de un escenario de ventas casi paralizadas. Desde el sindicato señalaron que la planta continuará con mínima actividad hasta fin de año, lo que genera incertidumbre entre los trabajadores y sus familias.

En tanto, la firma Mabe comunicó el 31 de octubre un proceso de reorganización que impacta en más de 200 empleados. La empresa decidió concentrar su producción en dos plantas: la de Luque, donde se fabrican lavarropas, secarropas y cocinas, y el centro de Río Segundo, que funcionará como base de control de calidad, servicios y almacenaje. Mientras tanto, la planta de San Luis, dedicada a la producción de heladeras, operará solo al 60% de su capacidad.
Alejandro Iglesias, gerente de Relaciones Institucionales de Mabe, explicó que “las dos plantas están con un bajo nivel de producción, alrededor del 50%, y conviene concentrar todo en una para optimizar recursos”. En Río Segundo trabajan actualmente 250 personas, y más de 30 aceptaron retiros voluntarios con un pago superior al establecido por ley. A los restantes se les ofreció trasladarse a la planta de Luque, ubicada a 60 kilómetros, con gastos de traslado cubiertos por la empresa. No obstante, Iglesias reconoció que para varios trabajadores esta alternativa resulta inviable, por lo que se ofreció un 110% de indemnización a quienes decidan no continuar.
Según el comunicado oficial de Mabe, la reestructuración busca “preservar las cadenas de valor locales, garantizar la continuidad de la producción y reforzar la competitividad frente a un mercado cada vez más abierto a las importaciones”. La compañía destacó además una inversión reciente de 25 millones de dólares en la planta de Luque, como señal de su compromiso con la industria nacional pese al contexto adverso.
El panorama es complejo para todo el sector. En la actualidad, la industria de electrodomésticos opera entre el 50% y el 60% de su capacidad, afectada por la retracción de las ventas y la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores. Empresas históricas como Longvie, Visuar (fabricante de lavarropas Samsung), Autosal (Kohinoor y Columbia), Briket y Bambi también enfrentan dificultades para sostener su producción y evitar despidos.
Mientras tanto, los gremios y las cámaras empresarias insisten en la necesidad de políticas de incentivo a la producción nacional y medidas que frenen el ingreso desmedido de productos importados. De lo contrario, advierten, el país podría perder otro eslabón clave de su industria manufacturera y miles de puestos de trabajo más.
Los comentarios están cerrados.