Elecciones en la CGT: tensas negociaciones por la conducción y amenaza de fractura

Todo indica que el mayor consenso está en torno a la reedición de un nuevo triunvirato, pero con caras nuevas. Luis Barrionuevo y Hugo Moyano presionan por poner un nombre, pero no lograrían los apoyos necesarios.

A un día del congreso que elegirá a las nuevas autoridades de la Confederación General del Trabajo (CGT), todavía no hay definiciones y los teléfonos no paran de sonar. En principio, con la reforma laboral del presidente Javier Milei tocando la puerta, todos los sectores hablan de unidad y el triunvirato sería el formato con más consenso. La disputa en estas horas se concentra en los nombres, ninguno confirmado todavía. Es tal la pelea, que algunos amenazan con la fractura.

No es una elección más para la CGT. El miércoles a partir de las 9 en Obras Sanitarias se elegirán las nuevas autoridades y hay olor a fin de ciclo. El triunvirato saliente integrado por Héctor Daer (sanidad), Carlos Acuña (estaciones de servicio) y Octavio Argüello (camioneros) representa un acuerdo lejano, nacido en 2016 en los primeros meses de la presidencia de Mauricio Macri. Ese país cambió. Hoy los distintos sectores discuten, con total hermetismo, cómo será la conducción que deberá discutir la reforma laboral impulsada por un Gobierno poco interesado en la opinión gremial.

Ante un país nuevo, la CGT intenta reacomodarse. Tras varios meses de discusiones y negociaciones, todo indica que se impondrá la reedición de un triunvirato pero con caras nuevas impulsada por “gordos” (gremios de servicios) e “independientes” (encabezados por UPCN y UOCRA), los sectores mayoritarios dentro de la central. “Mañana la CGT va a tener nueva conducción”, afirmó a este medio uno de los dirigentes que participan de las negociaciones.

Hoy los distintos sectores discuten, con total hermetismo, cómo será la conducción que deberá discutir la reforma laboral impulsada por un Gobierno poco interesado en la opinión gremial.
Hoy los distintos sectores discuten, con total hermetismo, cómo será la conducción que deberá discutir la reforma laboral impulsada por un Gobierno poco interesado en la opinión gremial.

El mayor foco de conflicto está alrededor del histórico líder gastronómico, Luis Barrionuevo, junto con sus aliados Mario Calegari (UTA) y Omar Maturano (La Fraternidad). Hasta último momento, intentó postergar el congreso y prorrogar por seis meses la actual conducción para seguir negociando. Incluso llegó a convencer a un dirigente de peso como Armando Cavalieri (comercios), pero una reunión con Gerardo Martínez (UOCRA) la desactivó. Ahora, según le confirmaron Ámbito aliados del gastronómico, amenaza con presentarse con lista propia o no ir al Congreso.

Quiénes quedaron casi al margen de la discusión, son los sectores que impulsan un sólo secretario general de perfil combativo para enfrentar a Milei. El mayor referente es el dirigente metalúrgico Abel Furlán. Hoy sabe que su posición no sumó muchos apoyos, pero no baja su propuesta. Eso sí, avisa que no romperá la CGT si el consenso mayoritario es el triunvirato. “Lo que tenemos enfrente es muy fuerte y poderoso”, le dijeron a este medio cerca de Furlán.

Los candidatos más firmes

A estas horas, quienes pican en punta para ocupar un asiento en el triunvirato son Jorge Sola (Seguros) y Cristián Jerónimo (Vidrios). Sola, de 53 años, es el actual secretario de Comunicación de la CGT. Impulsado por los “gordos”, es visto como un hombre con capacidad de diálogo entre políticos y empresarios. Su perfil podría ser clave para la discusión que se viene en el Congreso.

Jerónimo es el segundo candidato con mayores posibilidades. Tiene 49 años y una larga trayectoria en el sindicalismo. Hace un tiempo estuvo muy cercano al moyanismo, pero hoy es el nombre impulsado por los “independientes”. Hoy se presenta como un dirigente con peso propio y, cerca suyo, exhiben el apoyo de cerca de 70 gremios (entre ellos, aeronavegantes, canillitas y gráficos). Es muy critico de la reforma laboral libertaria.

Quiénes pican en punta para ocupar un asiento en el triunvirato son Jorge Sola (seguros) y Cristián Jerónimo (vidrios).
Quiénes pican en punta para ocupar un asiento en el triunvirato son Jorge Sola (seguros) y Cristián Jerónimo (vidrios).

La tercera silla: entre una mujer y el moyanismo

La gran duda en este momento de las negociaciones, es quién ocupará la tercera silla del triunvirato. Hasta hace unas semanas, el nombre puesto era Maia Volcovinsky, secretario adjunta del gremio de Judiciales de Julio Piumato y secretaria de Derechos Humanos de la CGT. Pero el moyanismo metió la cola.

El jueves anterior a las elecciones generales, en Azopardo se realizó el Encuentro de Mujeres de la CGT que exigía una mujer en el nuevo triunvirato. El pedido fue apoyado por el propio Héctor Daer y el líder de UPCN, Andrés Rodríguez. Quizás hoy, esto le esté jugando en contra a Volcovinsky, ya que ambos dirigentes representan a “gordos” e “independientes”, quiénes ya tendrían a Sola y Jerónimo. Cerca de ella, reivindican que tiene su propia construcción política. Muestra el armado de mujeres sindicales y dicen que no representa a “gordos” ni “independientes”.

La mayor amenaza para Volcovinsky es Hugo Moyano. El histórico líder camionero presiona por mantener un lugar en el triunvirato y pide que Octavio Argüello renueve. De conseguirlo, la dirigente judicial debería esperar otra oportunidad, sostienen algunos dirigentes que transitan los pasillos de Azopardo. Ella no se baja y cree que “llegó la hora de la mujer en la cosa política” como reza el documento que presentaron Mujeres de la CGT.

Maia Volcovinsky (judiciales) es número puesto si se decida que haya una mujer en el futuro triunvirato de la CGT.
Maia Volcovinsky (judiciales) es número puesto si se decida que haya una mujer en el futuro triunvirato de la CGT.

Todavía quedan horas febriles para la elección de las nuevas autoridades de la central obrera y nadie se anima a confirmar los nombres, ni siquiera Sola y Jerónimo, que prefieren mantener el perfil bajo para no arruinar ningún acuerdo. Quizás mañana haya sorpresas. Lo que nadie duda, es el futuro agitado que le espera a la CGT cuando el Gobierno presente el proyecto de reforma laboral.

Fuente: ÀMBITO

Por: G. Herrera

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