Hidráulica y regantes acordaron el coeficiente de riego para noviembre ante una temporada crítica

El Gobierno provincial y las Juntas de Riego definieron un volumen de 0,34 l/s para el próximo mes. Buscan mantener niveles similares a 2024 pese al bajo caudal proyectado y la sobreexplotación de acuíferos.

Ante el pronóstico de una temporada marcada por la sequía, las autoridades de Hidráulica y los regantes se reunieron para establecer estrategias que permitan sostener la distribución del agua en el Valle de Tulum. Como resultado del encuentro, se acordó fijar un coeficiente de 0,34 litros por segundo (l/s) para el mes de noviembre, apenas por debajo del valor registrado el año pasado (0,38 l/s).

El director de Hidráulica, Raúl Ruíz, explicó que el objetivo del Gobierno es “acercarse lo más posible al volumen distribuido en 2024, atendiendo el pedido de los productores que necesitan garantizar el riego de cultivos clave”.

Durante la última temporada se destinaron 800 hectómetros cúbicos (hm³) del total aportado por el río al sistema de riego, cifra que se mantiene como referencia. Según Ruíz, las reuniones con los presidentes de las Juntas Departamentales de Riego buscan “tomar decisiones consensuadas, cumpliendo con la instrucción del gobernador Marcelo Orrego de actuar de manera conjunta con los sectores involucrados”.

Sin embargo, el panorama sigue siendo delicado. Las autoridades reconocen que un uso inadecuado del recurso podría comprometer las reservas futuras, especialmente si se repite un invierno con escasas nevadas, lo que impediría la recuperación de los diques.

Por su parte, el presidente de la Federación de Viñateros, Eduardo Garcés, advirtió sobre otro problema creciente: la sobresaturación del acuífero subterráneo que alimenta los pozos de riego. “El acuífero está sobreexplotado; ya no queda agua para extraer. A mí se me han secado dos perforaciones”, señaló.

Según detalló, el nivel freático descendió hasta 31 metros de profundidad, un registro inédito incluso comparado con las grandes sequías de 1968 o 1970, cuando el agua no bajaba de los 25 metros. Además, los altos costos de perforación o reperforación de pozos vuelven casi imposible compensar la falta de agua superficial, agravando la situación de muchos productores.

De cara a los próximos meses, las Juntas de Riego volverán a reunirse el primer martes de noviembre para definir los coeficientes de diciembre y enero. Aunque el escenario hídrico es incierto, Garcés expresó una mirada esperanzada: “El pronóstico es pesimista, pero la naturaleza siempre puede sorprender”.

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