Vecinos de Santa Lucía viven con miedo por incendios que se repiten todos los días

En la zona de calle 12 de Octubre, entre Pellegrini y Libertador, los focos de fuego no dan tregua desde el domingo. Sospechan que los incendios son intencionales.

En el corazón de Santa Lucía, la tranquilidad se vio interrumpida por una serie de incendios que no cesan. Desde el domingo, los vecinos de calle 12 de Octubre, entre Pellegrini y Libertador, viven días de angustia ante focos que se encienden una y otra vez detrás del predio de Obras Sanitarias Sociedad del Estado (OSSE).

Los bomberos acuden a diario al lugar para sofocar las llamas, pero el fuego parece no dar descanso. Apenas logran controlarlo, vuelve a aparecer al día siguiente, muchas veces en el mismo punto. Esta situación mantiene en alerta a toda la comunidad, que teme que las llamas lleguen a las viviendas cercanas.

Desde el domingo vienen ocurriendo varios focos. Los bomberos hacen un trabajo excelente, pero al día siguiente el fuego vuelve a aparecer”, relató Patricia Iturbe, vecina del lugar. “Ayer vinieron a la mañana, después a las dos y media de la madrugada y hoy a las siete tuvieron que regresar”, agregó.

El humo se ha convertido en una molestia constante para los residentes. “Soy alérgica y tengo que tomar pastillas porque me cuesta respirar. Ya no se puede estar con las ventanas abiertas. El humo entra a las casas y se hace insoportable”, contó la mujer.

Iturbe también expresó su temor por la cercanía del fuego: “En un momento las llamas alcanzaron los árboles altos. Fue una llamarada impresionante, pensamos que podía llegar hasta nuestras viviendas”.

Ante la reiteración de los incendios, el Gobierno provincial inició una investigación para determinar las causas y no descarta que sean provocados intencionalmente, dado que los focos se repiten en la misma zona y en horarios similares.

Mientras tanto, los vecinos permanecen en estado de alerta, observando cómo el fuego vuelve a encenderse cada día. Los bomberos continúan trabajando para evitar que se propague, pero el miedo y la incertidumbre crecen en Santa Lucía, donde el humo sigue cubriendo el cielo y el descanso se ha vuelto un lujo.

POR LIC. EUGENIA VILA

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