Por falta de espacio, la Corte implementa el home office en los fueros de Familia y Laboral
Desde este miércoles, parte del personal del Anexo Mitre podrá trabajar desde su casa dos veces por semana. La medida busca aliviar la congestión y mejorar las condiciones laborales mientras avanza la obra del nuevo edificio judicial.
La Corte de Justicia de San Juan, presidida por Adriana García Nieto, puso en marcha una medida inédita en tiempos recientes: habilitó el trabajo remoto para parte del personal de los fueros de Familia y Laboral, que funcionan en el Anexo Mitre.
La decisión, que regirá desde este miércoles, apunta a descomprimir el espacio físico de ese edificio judicial, donde a diario circulan unas 300 personas entre empleados, abogados y ciudadanos que realizan trámites. Según la acordada, las condiciones edilicias —con espacios abiertos, sin divisiones y servicios sanitarios limitados— generan ruido, distracciones y dificultades para el desempeño normal de las tareas judiciales.
El plan, elaborado por el subsecretario Administrativo de la Corte, Mauricio Cerezo, prevé que los empleados designados puedan realizar home office hasta dos veces por semana, entre martes y jueves, manteniendo al menos tres jornadas presenciales. Los días lunes y viernes quedaron excluidos para garantizar la coordinación con jueces y superiores.
El esquema, según explicaron desde la Corte y la Unión Judicial, fue impulsado a partir de un pedido de los propios trabajadores. “La falta de espacio y el ruido constante hacen muy difícil concentrarse; esto ayudará a mejorar el clima laboral”, expresó Sebastián López, titular del gremio.
Por su parte, el ministro de la Corte Daniel Olivares Yapur aclaró que la medida no es permanente, y que será revisada una vez que esté operativo el nuevo edificio 9 de Julio, cuya inauguración está prevista para fines de 2026. “Es una solución transitoria para un problema real de infraestructura”, remarcó el cortista, recordando que la última experiencia similar fue durante la pandemia.
El home office se aplicará de manera parcial y voluntaria, aunque la selección de quiénes accederán quedará en manos de las autoridades de cada fuero. Los trabajadores deberán utilizar sus propios equipos y conexión a internet, sin compensaciones adicionales.
La Corte aclaró que el rendimiento de quienes trabajen bajo esta modalidad será monitoreado mediante indicadores específicos y auditorías permanentes, para garantizar que no se afecte la calidad del servicio judicial ni el cumplimiento de plazos procesales.
En paralelo, el máximo tribunal continúa con obras de readecuación de espacios tanto en el edificio central de calle 25 de Mayo —donde funciona el fuero Penal— como en los anexos de Mitre y Jujuy. El objetivo es mejorar la infraestructura judicial hasta que el nuevo complejo del 9 de Julio concentre las dependencias y alivie definitivamente la sobrecarga actual.
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