La inconciencia volvió a dejar su marca sobre el patrimonio sanjuanino. Este lunes, el Colegio Nacional Monseñor Pablo Cabrera, una de las instituciones más emblemáticas del centro de San Juan, amaneció con pintadas y daños en sus muros, apenas horas después de finalizar su restauración.
Las autoridades de Patrimonio Cultural expresaron su preocupación no solo por el daño en este edificio, sino también por el posible riesgo de vandalismo en la Escuela Normal Sarmiento, que se encuentra actualmente en pleno proceso de restauración.
“La entrega oficial de la obra iba a ser mañana. La empresa volverá a intervenir para tapar los grafitis y analizamos reforzar la vigilancia policial. Pasó solo un fin de semana, es increíble”, lamentó Gladys González, directora de Patrimonio Cultural.
Riesgo para otro edificio histórico
La funcionaria explicó que la restauración del Colegio Nacional incluyó reparación de revoques, pintura exterior e iluminación, bajo criterios de conservación patrimonial. “A diferencia de la Normal, este edificio puede pintarse completamente, pero respetando su estilo original”, aclaró.
En cambio, la Escuela Normal Sarmiento, por su nivel de protección patrimonial, requiere técnicas más complejas y costosas, lo que hace que un acto de vandalismo tenga consecuencias aún más graves.
Educación patrimonial para prevenir daños
Ambos colegios integran el programa provincial “Escuelas Monumento”, que busca fortalecer el sentido de pertenencia y compromiso de las comunidades educativas con su patrimonio. En este marco, los alumnos de sexto año participan de charlas sobre memoria, patrimonio y vandalismo, donde reflexionan sobre la importancia de cuidar los edificios históricos.
“Los chicos se mostraron muy interesados, comprendieron que cuidar la escuela es también cuidarse a sí mismos. Queremos que sean los primeros guardianes de estos espacios”, destacó González.
Un llamado a la conciencia colectiva
Desde Patrimonio Cultural insistieron en que los recientes actos de vandalismo demuestran la urgente necesidad de fortalecer la educación y la conciencia social sobre el valor de los bienes históricos.
“Cada muro restaurado cuenta parte de nuestra historia. Destruirlos es borrar la memoria de generaciones enteras. Queremos que los sanjuaninos se sientan orgullosos y protejan estos edificios que son parte viva de la identidad provincial”, concluyó la directora.
POR LIC. EUGENIA VILA
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