Caso Tomás Quevedo: tres pericias intentarán esclarecer su muerte

El joven de 25 años fue hallado sin vida en enero dentro de la usina de la Electrometalúrgica Andina. Su familia cuestiona la hipótesis oficial y reclama respuestas.

La muerte de Tomás Quevedo Díaz, ocurrida el 6 de enero pasado en San Juan, sigue envuelta en dudas. El joven estudiante de Ingeniería en Minas y conductor de Uber, de 25 años, fue encontrado sin vida dentro de la usina de la Electrometalúrgica Andina, entre las 16 y las 17:15 horas. Desde entonces, la causa avanza con tres pericias que podrían resultar determinantes: accidentológica, criminalística e informática.

El caso presenta elementos llamativos desde un inicio. La motocicleta de Tomás apareció recién al día siguiente, mientras que sus dos teléfonos celulares y su documentación personal nunca fueron hallados. Su madre, Norma Díaz, encabeza el reclamo por respuestas claras y cuestiona la hipótesis de accidente vial que, hasta ahora, barajan los investigadores.

La pericia accidentológica buscará establecer la trayectoria de la moto y si efectivamente se trató de un siniestro. “Se intentará determinar por dónde pasó la moto y qué ocurrió antes de que terminara en el canal. Analizarán si fue un accidente o si hubo intervención de un tercero”, explicó Díaz.

La segunda, de carácter criminalístico, apunta a esclarecer las circunstancias del hallazgo. “Lo encontraron sin pantalones, con el casco roto y lesiones que no me cierran. Es un trayecto corto para que se le haya salido el jean con cinturón y las zapatillas”, expresó la madre.

La tercera pericia será informática: se analizará el registro de geolocalización para determinar si el recorrido que hizo coincide con la aplicación de Uber o si existieron anomalías en la señal GPS.

Para la familia, las dudas persisten y la hipótesis de accidente no resulta suficiente. “Desde el principio sentí que lo mataron. Tal vez los informes no digan mucho, pero mi intuición nunca me falló”, aseguró Norma.

En un primer momento incluso se evaluó la posibilidad de un suicidio, algo que los allegados descartan por completo. “Él no se cayó solo, era un día de verano con amplia visibilidad. Hay muchas circunstancias que hacen dudar de esa versión”, remarcó la madre.

Mientras la investigación continúa, Norma recuerda a su hijo como un joven solidario y querido: “Era muy cariñoso, ayudaba a todo el mundo sin contarlo. En su sepelio me enteré de todo lo que hacía por los demás. Era un chico lleno de luz”.

La familia espera que los resultados de las pericias permitan, al fin, esclarecer qué pasó realmente con Tomás Quevedo.

Op: Juan Llarena

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