Procesaron a Paola Miers por falso testimonio y le embargaron un millón de pesos

Cinco años después de la denuncia de Gimena Martinazzo contra Eduardo Cáceres, la Justicia determinó que la abogada mintió en su declaración y ocultó pruebas clave.

La Justicia de San Juan procesó a la abogada Paola Miers por el delito de falso testimonio en la causa que, en 2020, tuvo como protagonistas a la exvicepresidenta del PRO provincial, Gimena Martinazzo, y al exdiputado nacional Eduardo Cáceres. La resolución fue dictada por el juez Guillermo Adárvez, de la Unidad Conclusiva de Causas, quien dispuso el procesamiento sin prisión preventiva y un embargo de un millón de pesos sobre los bienes de la letrada.

El caso comenzó el 25 de noviembre de 2020, cuando Martinazzo denunció a Cáceres por violencia de género, lo que generó un gran revuelo político y social. Sin embargo, durante la investigación surgieron inconsistencias que llevaron a la fiscal Claudia Yanina Galante a solicitar el sobreseimiento de Cáceres, el cual fue confirmado por el juez Carlos Alberto Lima y posteriormente ratificado por la Sala II de la Cámara Penal.

Con el avance de las pericias, surgió un dato clave: Cáceres afirmó que las marcas en el cuerpo de Martinazzo no eran producto de agresiones, sino de un tratamiento estético realizado en la clínica de Paola Miers. Según la nueva investigación, la abogada ocultó fotografías que corroboraban esta versión y, además, mintió bajo juramento.

Miers declaró ante la Justicia que desconocía los motivos de su citación como testigo y que su vínculo con Cáceres era únicamente político. No obstante, mensajes de texto y pericias técnicas demostraron que existía una relación más estrecha. Una geolocalización de su teléfono la ubicó en el domicilio de Martinazzo en tres oportunidades, contradiciendo sus dichos. Para la Justicia, estas pruebas encuadran en el delito de falso testimonio, previsto en el artículo 275 del Código Penal.

“Todo fue para no mostrar las fotos que demostraban que las marcas de Martinazzo eran de la estética”, declaró Cáceres tras conocerse la resolución judicial.

El exdiputado relató que Miers le había enseñado las imágenes y que él le insistió en presentarlas ante la Justicia. Sin embargo, cuando la abogada testificó, negó haber tenido contacto con él durante el último año. Luego, según Cáceres, Miers apareció como socia de Gustavo Monti, primo del exgobernador Sergio Uñac, lo que agregó un condimento político a la causa.

Por su parte, Miers aseguró no haber recibido notificación oficial del fallo y evitó hacer más declaraciones públicas.

La resolución judicial aún no está firme y podría ser apelada, pero representa un precedente importante en torno a la responsabilidad de los testigos y la veracidad de las pruebas presentadas en casos judiciales. Además, reaviva el debate sobre cómo falsos testimonios pueden alterar procesos, dañar reputaciones y afectar la búsqueda de justicia.

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